Los pesados de siempre, los que se consideran herederos del Frente Popular y de la Segunda República, han vuelto a dar la matraca sobre el Valle de los Caídos. Repiten las mismas monsergas de siempre, aduciendo que se trata de un homenaje a la dictadura o un símbolo de la impunidad fascista. Para empezar, en el Valle están enterrados caídos de ambos bandos; de los dos enterrados allí en tumbas con nombre, uno murió antes de que la dictadura fuera tal, y el otro no tenía la intención de ser enterrado allí. A los manifestantes se les ha permitido enarbolar banderas republicanas, en cambio, a los que acudieron al acto de homenaje a José Antonio se les registró en busca de banderas con el águila de San Juan. Digo esto como deducción, puesto que la prensa, en una nueva muestra de su reiterada ignorancia, repite el tópico de banderas anticonstitucionales. Como ya he señalado en otro hilo, la única enseña que merece tal calificativo es, precisamente, la tricolor de la Segunda República. Sobre las consignas aulladas por los energúmenos, una podría considerarse como inducción al terrorismo ("Arriba con la goma 2, que en el Valle se prepare la revolución"), y la otra una inexatitud semántica ("Juan Carlos I, heredero de Franco"; sería sucesor, no heredero). Pero claro, qué puede exigirse a esta panda de iletrados.
El presidente de la Federación Estatal de Foros por la Memoria incurre en la desmemoria propia de este tipo de grupúsculos, ya que afirma que "la segunda República fue el primer paso para la democracia hasta el golpe franquista". Para empezar, una república proclamada ilegítimamente que promulgó una Constitución contra media España y cuyos partidos de izquierda no aceptaban los resultados de las elecciones si éstos no les favorecían, difícilmente puede considerarse como un paso hacia la democracia; para continuar, el Alzamiento en ningún caso fue un golpe franquista, ya que Franco era en esos momentos uno más de los sublevados, y no el más importante; para terminar, esa tan cacareada democracia ya había quebrado para entonces en al menos dos ocasiones, la sublevación de Asturias en 1.934 (verdadero primer paso de la Guerra Civil) y las elecciones de 1.936.
Sobre lo de integrar el Valle dentro del paisaje de la Sierra a la que pertenece, mejor ni hablamos: pocos monumentos de semejante magnitud estarán tan integrados en el entorno en que se encuentran como la impresionante cruz del Valle.
Lo que ya es de traca es lo que esas organizaciones consideran una "solución justa", ya que la misma ha de incluir la desacralización de la basílica, el traslado de la orden religiosa que la custodia y el desmantelamiento de la gran cruz que corona el monumento. ¿Justa para quién? Esta gentuza sabe menos de Derecho que de Historia, y eso ya es mucho decir…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
P.D.: Con esta entrada supero las del año pasado, con al menos una entrada cada día... ¡y todavía queda más de un mes!