Estos son nuevos en la plaza. Nuevos, en el sentido de que se presentan por primera vez a unas elecciones, porque, por lo demás, se trata del típico caso del ecologismo sandía: verdes por fuera… y rojos por dentro, como lo demuestra la presencia en las listas y en la foto de Inés Sabanés, hasta hace poco destacada miembro de los comunistas madrileños. Tengo que decir que el que se haya marchado a un partido al que le concedo pocas posibilidades merece todos mis respetos.
En cuanto a las propuestas, confirman lo que decía de que son rojos por dentro: modelo económico sostenible y socialmente avanzado; reforma fiscal para que paguen más los que más tienen (medida con la que en principio estoy de acuerdo, pero que suena a proclama electoralista tiernogalvanesca, de esas que los políticos son los primeros en incumplir); reforma de la Constitución para definir un nuevo modelo territorial del Estado (¿cuál?); sistema educativo y sanitario público, universal y gratuito (¿cómo lo pagamos? Ah, espera… con el dinero que les saquemos a los que más tienen, ¿no?); tópicos semánticamente incorrectos como los de violencia de género (cuando hay violencia en una pareja homosexual… ¿de qué género es?); lucha contra el cambio climático, eliminación de las centrales nucleares (se les olvida a estos ecologetas que las energías renovables suelen ser, en el estado presente, también insostenibles…) y lucha contra los cultivos transgénicos.
Por otra parte, su cabeza de lista por Madrid es Juan López de Uralde (nacido Juan Antonio López Uralde Garmendia… qué manía tienen estos progres de ennoblecer sus apellidos, carajo), conocido delinquidor (llamarle delincuente sería un poco fuerte, aunque, como diría Forrest Gump, delincuente es el que comete delitos… y este pájaro descorbatado cometió uno).
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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