La miseria moral del socialismo español ya no me sorprende, aunque nunca dejen de dar muestra de ella. Cuando los socialistas hacen algo, ello es bueno, porque lo han hecho ellos; y cuando cualquiera que no sea ellos, y especialmente si es la derecha, está mal hecho. Si Camps se ve implicado en un caso de presunta corrupción, debe dimitir de inmediato; si el que se ve implicado es don Josefiño, y por algo más que por tres trajes, es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Si existe el riesgo de que el Partido Popular alcance una holgada mayoría absoluta, el hijo de P dice que está en juego el poder absoluto; pero cuando el PSOE obtuvo 202 diputados, o cuatro mayorías consecutivas (relativas las dos últimas), o Felipe González decía que debía estar veinticinco años en el Gobierno (o quizá fuera ZetaParo, o quizá dijera que tenía que estar en el Gobierno hasta 2.025), no le parecía mal, como no le ha parecido mal estas tres décadas de gobierno omnímodo del PSOE en Extremadura, Castilla-La Mancha y (aún) Andalucía, con los resultados por todos conocidos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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