...y no, no estoy hablando de fútbol.
Cabría considerar, si no se hubieran visto los documentos gráficos correspondientes, que las denuncias hechas por peregrinos franceses asistentes a la Jornada Mundialla Juventud , acerca de las agresiones sufridas a manos (y pies) de los indignates en Sol son fruto de la tradicional animadversión e inquina que profesan a la Piel de Toro en la nación vecina. Máxime cuando los peregrinos en cuestión son menores de edad (¡hay que ver! ¡Manipulación de menores, nada menos!).
Claro, que uno puede estar seguro de que llegará oportunamente el correspondiente gerifalte socialista para disculpar a estos exaltados, como Arzalluz hacía con aquellos muchachos que sacudían el árbol para que otros recogieran las nueces. En efecto, el ministro del Interior ha dicho que los antipapa actuaron de forma absolutamente democrática excepto los elementos radicales. Bueno, si consideramos que esos elementos radicales constituyen algo así como el noventa y cinco por ciento de los manifestantes antipapa, es comprensible que el común de los mortales no nos hayamos percatado de la actuación perfectamente democrática del cinco por ciento restante…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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