miércoles, 3 de julio de 2024

Al daño añaden la injuria

El desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer es socialista sólo de nombre. En parte por la concurrencia de los comunistas en el gabinete, y en parte por la propia deriva radical de los de la mano y el capullo, el hecho es que tenemos el ejecutivo más de izquierdas desde la segunda república.

Y, como buenos izquierdistas, proclaman una cosa y hacen la diametralmente opuesta, corregida y aumentada a niveles máximos, y además se ufanan de ello. Es el caso de la llamada hucha de las pensiones, que después de años de vaciarse se está rellenando poco a poco. De hecho, según ellos mismos proclaman, se encuentra en el nivel más alto desde 2.018. Nada curiosamente, el año en que llegaron al poder, lo que indica que desde entonces se habían dedicado a vaciarla.

Pero ese caudal no fluye fruto de políticas de ahorro, de contención del gasto. Muy al contrario, proviene de la subida masiva de cotizaciones sociales a empresas y trabajadores a través del llamado mecanismo de equidad intergeneracional (cuantas más largas sean las palabras en boca de un izquierdista, peor).

Pero ellos no esquilman al ciudadano, dicen.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

martes, 2 de julio de 2024

Proceso al proceso (622)

Ya hace bastante tiempo -relativamente, porque aunque sólo lleva seis años en el poder se nos han hecho largos como si fueran seis legislaturas completas- que dije que el psicópata de la Moncloa sería capaz, literalmente, de cualquier cosa con tal de seguir un minuto más detentando el cargo de primer ministro del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer; o, por mejor decir, de seguir disfrutando de las gabelas del puesto.

Por eso, leer que los investigadores del 'caso Voloh' -la injerencia rusa en el proceso independentista catalán- sospechan que Sin vocales acordó un pacto de no agresión con los separatistas en la anterior legislatura no me sorprende en lo más mínimo. Casi diría que lo único que me sorprende, dado el carácter chulesco del personaje, es que no lo hiciera públicamente. Salvo que una de las cláusulas del pacto fuera, precisamente, el de mantenerlo secreto.

Piensa mal para acertar...

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Reflexiones atemporales CCXIV – Tonto es el que hace tonterías

Echando la vista atrás, uno se da cuenta -más le vale darse cuenta, de lo contrario quiere decir que no ha aprendido nada- de que hay ocasiones en que se comportó como un estúpido. No porque, como mencioné en otra entrada de la serie, intervengan los sentimientos, sino simplemente porque somos jóvenes… y, a riesgo de resultar repetitivo, estúpidos.

Y esto afecta a todos los aspectos de la vida, desde contestaciones improcedentes a tus padres (tengo una en mente que le di a mi madre que no se me olvidará en la vida, y que considero la respuesta más estúpida, grosera y desconsiderada que pude darle nunca) hasta decisiones tomadas, en un sentido o en otro (es decir, aceptando algo que no debió aceptarse, o rechazando algo que no debió ser rechazado).

Y es que, como dijo aquél, la vida es aquello que nos va sucediendo mientras nos empeñamos en hacer otros planes.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

lunes, 1 de julio de 2024

José y sus hermanos IV. José el Proveedor

Finalmente terminé la tetralogía que Thomas Mann dedicó a la figura del patriarca José. Una tetralogía un poco rara, puesto que aunque el título parece indicar que tratará sobre el susodicho y sus once hermanos, origen de las tribus de Israel, el primer volumen de la serie se dedica casi exclusivamente a su padre, Jacob, y este último (y, lógicamente, la serie en sí) finaliza con la muerte del que pasó a llamarse Israel.

Como ya indiqué al comentar el volumen anterior, Mann expande en mucho lo que se narra en el Génesis. Podríamos decir que la Biblia va al grano, sin profundizar en los detalles, mientras que Mann, además de referirnos absolutamente todo lo que teóricamente pasó (recordemos, quinientas palabras dieron para seiscientas páginas), intercala muchas reflexiones, florituras y valoraciones, así como bastantes referencias al faraón Akenatón, que Mann hace coetáneo de José.

Teniendo en cuenta que este volumen se publicó en 1.943, no puedo dejar de pensar que una frase que Mann pone en boca de José, casi al final de la novela -Un hombre que utiliza el poder sólo porque lo posee, y lo hace en contra de toda justicia y entendimiento, ese hombre es ridículo- está dedicada a cierto pintor austriaco fracasado, devenido dictador y genocida.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Si vis pacem, noli hostibus auxilium

Dice una máxima bastante elemental del arte de la guerra (me refiero, no a la famosa obra atribuida a Sun Tzu, sino a la estrategia bélica en general) que, al enemigo, ni agua. Vendría ser el complemento de que, en el amor y en la guerra, todo vale.

Todo, menos ayudar al enemigo, porque eso es como pegarse un tiro en el pie. Y si aceptamos que, ahora mismo, Vladimir Putin es uno de los enemigos de todo lo que representa Occidente, proporcionarle fondos de cualquier manera es un modo de prestarle ayuda. Incluyendo la comprade fertilizantes por valor de ciento diez millones de euros en dos años.

Vamos, que nos estamos cubriendo de mierda. Literalmente.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Lo mejor es enemigo de lo bueno

Lo malo de escribir las entradas con un cierto retraso en relación a las noticias de que se ocupan es que los hechos se producen a tal velocidad que se corre el riesgo -como es el caso- de que, llegado el momento de publicar la entrada, se hayan modificado de tal modo las circunstancias que la cosa haya quedado algo desfasada.

No es la primera vez que lo digo, lo sé. Como tampoco es la primera vez que, viendo el vaso medio lleno, comento que ese retraso da cierta perspectiva y permite un juicio más ponderado. Bueno, más ponderado teniendo en cuenta quién es el que está emitiendo el juicio, claro está. Es decir, un servidor.

Hace apenas una semana saltaba la noticia de que PP y PSOE admitían contactos para renovar el Consejo General del Poder Judicial más pronto que tarde. Ahora ya sabemos que el acuerdo se ha llevado a efecto, pero entonces los pensamientos que nos asaltaban a los que desconfiamos de cualquier acuerdo con los de la mano y el capullo mientras les dirige el psicópata de la Moncloa eran varios.

El primero, en qué términos se produciría ese acuerdo. No se nos ha olvidado -hace ya casi tres años, pero parece que fuera ayer- cómo se renovaron el Tribunal de Cuentas y el Constitucional, y las consecuencias nefastas de dicha renovación.

El segundo, si se respetaría un pacto que beneficiara mínimamente a la independencia judicial y, por lo tanto, perjudicara al autócrata. Ya sabemos que el embustero mayor del Reino cambia de opinión con más rapidez de la que tuvo para cambiar el colchón de la residencia oficial del primer ministro del país, por lo que su palabra tiene menos valor que un euro de cartón.

Y al final hubo acuerdo, bajo los auspicios de la Unión Europea, y aunque no se consiguió todo lo que a algunos nos hubiera gustado -resucitar a Montesquieu, por citar a la contra a Alfonso Guerra-, al menos se consiguió algo. Y es que un acuerdo regular conseguido es mejor que uno bueno no conseguido.

Ahora, a ver si lo respetan.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!