domingo, 31 de julio de 2016

Ni ellos se aclaran

Resulta bastante irónico, por no decir sarcástico, que fuera un gobierno socialista el que promulgara la llamada Ley de Economía Sostenible. Prueba de la ignorancia de la izquierda en esa materia (la económica, digo) es que la sostenible es la única economía posible: la insostenible lleva directamente a la ruina, como bien saben en los países del antiguo bloque soviético o, por poner ejemplos presentes, en Cuba y Venezuela.
Con los ígnaros al mando de la nave municipal madrileña, los habitantes de la Villa y Corte tendremos (tenemos) ejemplos de sobra para confirmar lo que antes he dicho. Para empezar, el equipo de (des) gobierno de doña Rojelia prepara una subida de impuestos para recaudar (ese es el objetivo) ciento ochenta y cuatro millones de euros. Como parece que nadie en ese grupo ha leído a Laffer, convendría aclarar que una subida de impuestos no siempre provoca un incremento en la recaudación, sino que en ocasiones el efecto ocasionado es justamente el contrario.
A pesar de todo, y aunque consiguieran sus objetivos, podría no ser suficiente, ya que las cuentas del concejal de Hacienda no le cuadran: presentan un desvío de más de medio millardo de euros. Quinientos ochenta y nueve millones, que se dice pronto.
Lo dicho: de cabeza a la ruina. Y se lo debemos, no a estos neocom de las narices, sino a los socialistas que les encaramaron en la poltrona para que no gobernara el grupo más votado.


¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

sábado, 30 de julio de 2016

Con dos cojones

El Fútbol Club Barcelona nunca me cayó simpático, pero de hace unos veinte años para acá, ese sentimiento se transformó en franca antipatía y hasta en alegría por sus desgracias: suelo decir que en ninguna temporada he disfrutado más que en aquellas en las que los culerdos se clasificaban para jugar la sedicente Liga de Campeones, pero eran eliminados en primera ronda y pasaban a jugar la Copa de la Uefa… donde eran eliminados de nuevo. Dos veces en la misma temporada.
Esa opinión del equipo como un todo también se particulariza en su directiva, su afición, su cuerpo técnico y sus jugadores: ya sean formados en la cantera del equipo o fichados a golpe de talonario, se opera en ellos un mecanismo psicológico que no sé si llamar abducción o síndrome de Estocolmo, y con contadas excepciones pasan a proferir las sandeces necionanistas más ridículas con un convencimiento y una solemnidad dignas de encomio en otras circunstancias.
Entre las excepciones citadas se encuentra su antiguo capitán y defensa central, Carlos Puyol. Un catalán de pura cepa que nunca dijo una palabra más alta que otra y que jamás –a diferencia de otros con mejor fama, como el charnego- criticó, ridiculizó, provocó o se mofó del eterno rival. Un caballero en toda la extensión de la palabra, que tiene hasta el mérito de haber vuelto atractiva a su pareja, que siempre me pareció un poco sosaina.
Ya recibió un aluvión de críticas cuando osó llamar Manuela a su primogénita. Sin embargo, aquello no fue nada comparado con la que le ha caído tras decir en un anuncio promocionando la liga española que es español. Una verdad como un tempo que parece haber molestado, y mucho, a esa jauría de hienas rebuznantes que el Farça llama afición, y que le ha dedicado una sarta de epítetos que van de payaso a hijo de puta, pasando por traidor de mierda o desertor, deseándole lo peor en su vida a él y a toda su familia.
Visto como se han puesto, cada vez me cae mejor el muchacho, oye…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

viernes, 29 de julio de 2016

Si lo dijera la Botella…

La anterior alcaldesa de Madrid estaba señalada desde el principio de su carrera política por ser la esposa de quien es. Lo que la progresía disculpó en la (entonces) mujer de Felipe González (una profesora que, recordémoslo, dijo aquella perla de jóvenes y jóvenas, antecedente indudable del miembros y miembras de la Viviana Fernández), lo condenó sin paliativos en una mujer que, al margen de haberse casado con el enemigo nº 1 (Franco mediante) de la izmierda, aprobó unas oposiciones (con el esfuerzo que eso supone, y sé de lo que hablo) y tenía una carrera profesional propia.
La actual alcaldesa, un desastre como juez y como política, sale a ocurrencia casi diaria, ocurrencias que dejan en nada lo del relaxing cup of café con leche in the Plaza Mayor de su predecesora. Sin ir más lejos, cuando hace dos semanas cayó una rama de un árbol y mató a una persona –hechos similares ocurrieron durante el mandato de Botella y se la puso a caer de un burro-, todo su análisis consistió en decir que los árboles están vivos y de pronto fallecen.
Una muestra más de que, en la política española, el Principio de Peter está más que superado.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

jueves, 28 de julio de 2016

Dan asco

Los totalitarios, sean del signo que sean, suelen emplear la doble vara de medir, el doble rasero o la ley del embudo, que por esos tres nombres puede designarse la conducta que consiste en criticar en los demás lo que uno mismo practica.
Así, el órgano censor catalán (pues eso y no otra cosa es el Consejo Adiovisual Catalán, que podríamos abreviar como Caca) considera que quemar un ejemplar de la Constitución española queda amparado por la libertad de expresión. Lo mismo ocurre en esa región de España (y en otra, un poco más hacia el Oeste) cuando se quema la bandera nacional o retratos del Jefe del Estado.
Probablemente, si lo que se quemara fuera el sedicioso estatuto de autonomía (habría que esperar más, es un tocho bien gordo), o el trapito estrellado, o un retrato de Jorgito Poyuelo, Arturito Menos o la Click de Famobil, o si uno (metafóricamente) hiciera aguas mayores en sus respectivas progenitoras, la reacción de esa Gestapo necionanista sería otra muy diferente.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

miércoles, 27 de julio de 2016

Dime de qué presumes…

Si hay un equipo en España que nunca ha dejado de ser el equipo del régimen, ese ha sido el Fútbol Club Barcelona (y no el Real Madrid, como sus detractores suelen motejarle). Mientras el equipo merengue estuvo década y media tras la Guerra Civil sin comerse un colín –bien es cierto que luego recuperó el tiempo perdido, y con creces-, el equipo de la Ciudad Condal (uno de ellos, para ser precisos), junto con el Athlétic de Bilbao (y, en menor medida, el Atlético de Madrid) se dedicaban a copar las competiciones nacionales.
Este trato de favor del régimen no fue algo esporádico, sino que se prolongó durante todo el franquismo: por ejemplo, favoreciendo la recalificación de terrenos que permitió abonar el importe de la construcción del (ya no tan) Campo Nuevo donde actualmente juegan. Como en aquella época todavía eran agradecidos, concedieron al Generalísimo la insignia de oro y brillantes del club… no en una, sino en dos ocasiones.
Finalizado el franquismo, y en una pendiente de politización imparable, se ha ido identificando el Farça con Cataluña; al menos, con esa Cataluña secesionista y antiespañola que no es mayoritaria, pero sí mayoritariamente ruidosa. Y no ha sido contra la voluntad de la entidad deportiva, sino más bien con su aquiescencia, consentimiento y, por qué no decirlo, con su aliento. El resultado es que, frente al eslogan de que el Barcelona es más que un club, aquellos a los que esa politización nos molesta solemos apostillar …es un puticlub.
Prueba de esa pèrdida de valores (valores de los que, por otra parte, tanto alardean en la repetida entidad) es que, cuando su jugador estrella ha sido acusado (y condenado) por delito fiscal, los directivos han presentado el proceso judicial como una persecución contra el Barcelona en particular y contra Cataluña en general. Y para ello no han dudado en comprometer a los empleados del club, e incluso a niños.
Lo dicho, una casa de lenocinio
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

martes, 26 de julio de 2016

Lo que no te mata te hace más fuerte

Leí los tres primeros volúmenes de la saga Millennium en otra etapa de mi vida. Más tranquila, quizá; más feliz, puede. No sé por qué, el leer el cuarto volumen de la saga me ha puesto melancólico, pero el hecho es que así ha sido.
Los tres primeros volúmenes me los regalaron por mi cumpleaños y, a pesar de ser relativamente largos, me los ventilé en trece días. De hecho, volví a hacer algo que hacía mucho tiempo que no hacía: leer por la noche, en la cama, antes de acostarme. Desde entonces he vuelto a hacerlo alguna vez, pero no demasiadas.
Este cuarto volumen, ya no escrito por Stieg Larsson, podríamos decir que mantiene el tipo, pero no más. Considerado aisladamente, es una novela policíaca relativamente digna, interesante incluso; sin embargo, tiene que compararse con la historia de la cual parte, y ahí es donde falla, al adolecer de la falta de ese je ne sais quoi de sus precedentes.
Aunque, en realidad, sí que es fácil saber qué tenían los primeros volúmenes: el personaje de Lisbeth Salander (para mí siempre con la cara de Noomi Rapace, nunca con la de la actriz apellidada Mara –no recuerdo si Rooney o Kate- del remake hollywoodense de la primera película), entonces nuevo, sorprendente y rompedor.
Ahora, en cambio, no aparece hasta pasada la página cien (de apenas seiscientas cincuenta), y su aparición es mucho más episódica; supongo que algo parecido debió ocurrir a los fans de James Bond cuando Sean Connery fue sustituido por George Lazenby primero y por Roger Moore después. A cambio, aparece otro personaje que podría dar juego en los próximos volúmenes (que los habrá si acompañan las ventas, seguro) y del que no doy más datos para no destripar el asunto a posibles lectores.
Por otra parte, la trama de la novela tiene un tono mucho más panfletario que las anteriores. No quiero decir que Larsson no vertiera su ideología en sus novelas, pero lo hacía de un modo (al menos, así me lo pareció) menos descarado.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Depuraciones á la neocom

En el caso del PSOE, el poder –la tenencia o la posibilidad de alcanzarlo- es el único aglutinante que mantiene unida la formación. Cuando esa ligazón desaparece, salen a relucir las navajas traperas y no queda títere con cabeza.
Los neocom, a pesar de ser un partido de más reciente creación, adolecen de los mismos defectos. Mientras estaban en la cresta de la ola, y la ola crecía y crecía, todo eran risas y abrazos. Pero cuando las expectativas se han ido desinflando y el cielo ya no puede tomarse al asalto ni con un misil balístico intercontinental, en los partidos nuevos ocurre lo mismo que en los de toda la vida.
Con el agravante de que Potemos, más que ser un partido federal, es un batiburrillo de formaciones, agrupaciones, mareas, movimientos y demás compañeros mártires, con lo que las tensiones entre la dirección central y las agrupaciones locales, incluso en época de vacas gordas, son de aúpa.
La última se ha montado en Galicia, donde a la vuelta del verano hay elecciones regionales. Entre pérdidas de confianza, dimisiones y nombramientos, los neocom no están respondiendo al arquetipo indefinido de aquella parte de España, y se están diciendo las cosas de lo más clarito.
Por mí, que sigan y se saquen los ojos. Metafórica o literalmente.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

lunes, 25 de julio de 2016

Animales de dos patas

Los ecolojetas, también llamados ecologistas sandía (ya se sabe, verdes por fuera pero rojos por dentro), son unos sujetos que cuando alguien de los que ellos consideran criticable (léase, un torero) fallece en la plaza, aprovechan para vomitar toda la mala inquina que almacenan y dicen las mayores barbaridades amparándose en el (teórico) anonimato que proporciona la red de redes.
Así ocurrió hace dos semanas, cuando un matador llamado Víctor Barrio falleció tras ser empitonado en el pecho en la plaza de Teruel. En lugar de pensar en los familiares del fallecido, se dedicaron a proferir toda clase de frases nauseabundas que, en el menor de los casos, constituirían un delito de ofensas. Es el caso del rapero neocom Pablo Hasel –al que no he oído en la vida ni tengo intención de hacerlo-, que soltó la gracia de decir que Si todas las corridas de toros acabaran como las de Víctor Barrio, más de uno íbamos a verlas.
Afortunadamente, en el mundo de la tauromaquia hay mucha más cultura y educación que en el de los llamados antitaurinos (Lorca, Hemingway o Picasso, sin ir más lejos, que no son santos de mi devoción pero que son reverenciados por los progres de cualquier pelaje). Incluso los toreros actuales son capaces de articular un discurso razonado y educado, muy alejado de aquellas frases de hace un siglo como Más cornás da el hambre o Hay gente pa’ tó. Julián López, el Juli, respondió a aquellos que se preocupan más por la muerte de un animal que por la de uno de sus semejantes, y lo hizo con contundencia pero, al propio tiempo, sin perder las formas.
En un discurso que habría alabado el propio Baltasar Gracián por lo conciso, señaló que la actitud de los antitaurinos era inhumana, y que uno de los tuiteros más deleznables –el adejtivado es mío-, profesor para más señas, es un ser vomitivo e indigno.
Vamos, que se puede decir más alto, pero no más claro.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

domingo, 24 de julio de 2016

¿Laicismo? No, gracias

Cualquiera que siga este blog desde hace tiempo habrá leído unas cuantas veces lo que voy a escribir a continuación: los sedicentes laicistas españoles son, en realidad, anticatólicos. Resulta bastante evidente cuando cargan contra la jerarquía, los dogmas, los ritos y las manifestaciones de la Iglesia Católica, pero no de las demás confesiones cristianas. Probablemente, la única otra religión a la que dedican tantos denuestos e improperios es la judía.
Con el Islam, en cambio, y por decirlo pronto y mal, pierden el culo. Es algo en verdad extraño, puesto que el Islam es una religión mucho más intolerante que las otras dos de las cuales desciende. Intolerancia no sólo de palabra, sino también de obra: como suelo decir, con un poco de humor negro, los cristianos (y quizá los judíos) más radicales condenan al infierno a (por ejemplo) los homosexuales; sus equivalentes musulmanes, además, les pagan el billete de ida. Y sin embargo (o precisamente por ello), ahí están los (y las) progres, profanando lugares de culto cristianos, pero cuidándose muy mucho de hacer lo mismo con cualquier mezquita de tres al cuarto.
Un ejemplo de este babeo desmesurado ante la religión creada por el pastor árabe lo tenemos en la actuación del inefable alcalde de Cádiz, que ha evitado todo lo posible el acudir (institucionalmente hablando) a los actos de la Semana Santa gaditana de este año, pero que en cambio se ha apresurado a concurrir a las celebraciones del fin del Ramadán.
Debe ser que se está preparando para cuando los descendientes de Tarik y Muza se decidan a emular a sus antepasados.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

sábado, 23 de julio de 2016

Vamos a ponernos sesudos

En general, no me da mucho tiempo a reflexionar sobre lo que escribo en este blog (afortunadamente, pienso deprisa, y también lo hago en segundo plano) antes de ponerme a escribirlo: si voy día a día, porque suelo ir con el tiempo pegado al c… ahí mismo; y si adelanto entradas porque voy a estar tiempo desconectado, pues por eso, porque tengo que escribir varias entradas antes de marcharme.
Las (probables) únicas excepciones son aquellas entradas que, o bien llevo mucho tiempo meditando (la que hice sobre las banderas con el águila de San Juan, o las de Psicología del octavo pueblo), o bien hago fuera de periodicidad, y que suelen referirse a elecciones pasadas o futuras y sus consecuencias. Este es el caso de la presente entrada, dedicada a analizar (en la medida en que me es posible) cómo están las cosas tras las elecciones de hace casi un mes.
Para empezar, el hecho de que el PP fuera el único de los cuatro grandes partidos en aumentar su representación en el Congreso –que es, no nos engañemos, la cámara que más cuenta y a la que mira la gente tras las elecciones- parece haberle dado un plus de legitimidad en sus aspiraciones. Eso explicaría quizá el que hayan llegado a un acuerdo con Ciudadanos relativamente rápido para el reparto de asientos en la Mesa de la cámara baja; bueno, eso… y el hecho de que, al haber perdido una cuarta parte de los escaños que tenía hace seis meses, los del partido naranja necesitaran ayuda para obtener alguno de esos asientos.
Cuando me enteré de los nombres que se barajaban para la tercera autoridad del Estado pensé que, o bien el puesto les venía demasiado grande (caso, por ejemplo de Cospedal; aunque, después de Pachi Nadie, cualquiera lo mejoraría y estaría más cualificado: los socialistas españoles, en general, son el ejemplo viviente de que el Principio de Peter es una falacia como un castillo) o demasiado pequeño (o que sería un desperdicio apartarles de funciones ejecutivas). Finalmente, se decidieron por una de estas últimas, Ana Pastor, a la que hasta los neocom tendrían problemas para poner objeciones más allá de es que es de derechas.
Hablando de Junior y sus muchachos, me he estado preguntando estos días si su objetivo no sería el ir a unas terceras elecciones generales (según escribo, pienso que en las mismas sería posible que se produjera el tan anhelado sorpasso… pero no porque obtuvieran más escaños que los socialistas, sino porque estos, en caída libre en los últimos años, obtendrían menos; parece lo mismo, pero no lo es). Es la única explicación que le veo al hecho de que brujuleara presionando a socialistas y secesionistas catalanes de uno y otro pelaje para que bloquearan el pacto entre populares y naranjitos.
Brujuleo que, en todo caso, le salió rematadamente mal, puesto que Ana Pastor obtuvo más votos de los que le corresponderían si únicamente la hubieran votado los seguidores de Rajoy y Rivera. Según Coleta Morada, esos votos habrían venido de los secesionistas catalanes (conservadores, se entiende) y los nacionalistas vascos. De hecho, como dijo el en tantos otros temas ignorante supino, Habría mayoría para investir a Rajoy.
Mayoría que quizá no fuera tal. Según algunos, Rajoy estaría utilizando el apoyo de los separatistas para presionar a Rivera. Esta palanca inquieta a un sector del PP, ya que hay dos líneas que Ciudadanos jamás cruzará so pena de quedar desnaturalizado: nunca, jamás, compartirá un acuerdo con neocom o con secesionistas, pues ello iría contra su esencia original (aunque cosas más raras se han visto, la verdad). Así, por ganar quince votos, el PP perdería treinta, con lo que quedaría peor que al principio.
Según algunas informaciones, por último, Rajoy estaría lanzando, de cara a las audiencias con el Rey, un órdago al estilo del anuncio del Scattergories, en plan o me votáis o vamos a unas terceras elecciones. Con todo lo que se ha dicho últimamente del personaje, esto resultaría hasta posible; sin embargo, no es algo que dependa de él, puesto que de lograse un pacto a la balear (es decir, un todos contra el PP excluido Ciudadanos) sería posible elegir un presidente del Gobierno alternativo al gallego.
Aunque duraría cinco minutos, porque un pacto tan heterogéneo resultaría indudablemente explosivo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Unos cardan la lana…

Suele asociarse (por la izquierda) el antisemitismo con la extrema derecha, por aquello de los nazis. Sin embargo, tiende a olvidarse que nazi es el apócope de nacional-socialista, y que el partido nazi fue, en sus orígenes, de izquierdas (como el fascista); también que los progromos tan habituales en el imperio ruso no desaparecieron con el advenimiento de la Unión Soviética, sino más bien todo lo contrario.
Por ello, a los que tenemos un poco de cultura histórica no nos resulta extraño que, en la actualidad, las soflamas antisemitas más virulentas procedan, no de partidos de extrema derecha (que actualmente tienen un chivo expiatorio más inmediato e indudablemente más peligroso que los judíos; me refiero a los inmigrantes musulmanes, que esos sí que se muestran inclinados a acabar con la Europa cristiana sin necesidad de recurrir a conspiranoias), sino de partidos de izquierda, de la moderada (que extienden sus aborrecimiento –de boquilla, que luego bien que se despepitan por el american way of life- a EE.UU. a su aliado más fiable en Oriente Medio) a la extrema.
En este contexto se encuadra el hecho de que los paleocom españoles, ante la visita relámpago que Obama realizó a España, convocaran manifestaciones en su contra (desconozco las cifras de asistencia, pero no me extrañaría que hubieran sido irrisorias) con un cartel clara e indudablemente antisemita.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

viernes, 22 de julio de 2016

Rojos de mierda, mierda de rojos

Por parte de la progresía suele asociarse la intolerancia, la violencia, el racismo, la xenofobia y demás perlas de carácter a los miembros de la ultraderecha. Sin embargo, los que integran la ultraizquierda son sujetos tan moralmente despreciables como aquellos a los que critican, si no más.
Viene esto a cuenta del lío que se montó hace un par de semanas. Un grupito de ultraizquierda, llamado Distrito 14, se dedicó a practicar lo que llamaban la caza del pijo. Naturalmente, los neocom del consistorio de la Villa y Corte se apresuraron a apoyar a sus correligionarios. Este apoyo trajo como consecuencia una serie de declaraciones cruzadas entre doña Rojelia y Junior que resultarían hilarantes de no ser porque la primera dirige los destinos de la ciudad más grande de España y el segundo aspira a presidir el gobierno de todo el país.
La antigua abogada laboralista, en contra del apoyo prestado por el partido cuya lista encabezó en las últimas elecciones municipales, manifestó que Ahora Madrid como tal no existe. Además, declaró que no tiene ninguna vinculación,ni contactos con la formación neocom. El de la coleta, en una de esas coincidencias de los izquierdistas que la verdad que tienen lugar únicamente por descuido o error, le señaló que si es alcaldesa es precisamente gracias a la formación morada (y a la del puño y la rosa, se le olvidó decir, porque sin su apoyo ahora los neocom se estarían comiendo los mocos, asaltando capillas u ocupando inmuebles ajenos, que es lo que mejor saben hacer).
Para finalizar, señalar que, en una exhibición de esa tolerancia que tanto proclaman, en la rueda de prensa de los cazapijos se profirieron gritos, insultos y presiones… contra los periodistas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

jueves, 21 de julio de 2016

Pollyanna crece

Esta continuación de Pollyanna puede dividirse en dos partes, a las que por conveniencia llamaré melodrama y folletín, aunque cada una participe de las características de la otra. Es decir, la parte de melodrama tiene algo de folletín (aunque poco), y la de folletín un cierto componente de melodrama (en mayor medida que al revés, aunque sin exagerar).

La primera parte vendría a ser una continuación casi perfecta del primer volumen de la serie, en el sentido de que los sucesos narrados toman como punto de partida la estancia de Pollyanna en el hospital tras el accidente que la dejó temporalmente inválida. A partir de ahí, la protagonista conocerá a nuevos personajes a los que inducirá a jugar a su juego y cuyas vidas cambiará para mejor. Esta parte finalizará con la muerte (hay que ser brutos) de uno de los personajes de la primera novela.
En la parte de folletín, seis de los personajes están enamorados unos de otros (dos a dos, no hay parejas cruzadas), pero (casi) todos sin excepción malinterpretan las señales y creen que el objeto de sus anhelos quiere a otra persona, por lo que son infelices; aunque, como no podría ser de otra manera, al final todos los implicados son felices y comen perdices. También se resuelven los cabos sueltos que se habían dejado a lo largo de ambas novelas, aunque habría que criticar a la autora que uno de los personajes, tras una evolución positiva en la primera novela, sufre lo que podríamos llamar una involución que lo devuelve prácticamente al punto de partida.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Si Aristóteles levantara la cabeza…

Los secesionistas catalanes saben poco de filosofía clásica, ya que confunden lo esencial con lo accidental, y piensan que cambiando lo segundo modificarán lo primero.
Esta es la única explicación que se me ocurre para justificar el sarao de hace diez días, en el que el partido de Jorgito Poyuelo y Arturito Menos celebró un congreso de defunción / creación / refundación en el que se trataba de decidir el nuevo nombre de la formación (y no el nombre de la nueva formación, puesto que el partido concitaba lo más rancio del último medio siglo en esa esquinita de España, que diría el calvo meacolonias).
Se trataba de decidir entre Más Cataluña o Catalanes convergentes. Sin embargo, los militantes demostraron saber más de metafísica que sus líderes, y rechazaron ambos nombres, decidiéndose finalmente por Partido Demócrata Catalán.
Al modo de República Democrática Alemana, imposible decir más mentiras en menos palabras…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

miércoles, 20 de julio de 2016

No caerá esa breva

Los neocom criticaban de la casta, entre otras cosas, el enchufismo y la toma de decisiones de arriba abajo (en lugar de decidir de abajo hacia arriba, como ellos propugnaban). De la firmeza de sus convicciones en cuanto a lo primero tenemos muestras sobradas en los ayuntamientos de las dos primeras ciudades de España, trufados de parejas, exparejas, padres, hijos, hermanos y sobrinos de cualquier titirimuchi con poltrona.
En cuanto a lo segundo, Junior es un buen exponente de cómo funcionan las cosas. El de la coleta está de acuerdo con que las bases decidan… siempre y cuando decidan lo que él ha decidido que deben decidir. En este caso, ya decide él, que sabe qué es lo mejor para todos.
Tomemos, como ejemplo, al mozo de maletas de Ma Chacón. En las elecciones de Diciembre fue por la lista de Zaragoza… y no obtuvo escaño. En las de Junio fue por las de Almería (a pesar de que los paleocom locales le pusieron de mono Amedio para arriba)… y volvió a no sacar escaño (si por mí fuera, que le pusieran de número uno por Madrid, y de un plumazo nos librábamos de ver en el congreso a semejante individuo, al de la coleta y al becario con poderes de bilocación). Para no mandarle al paro (no vaya a ser que el SEPE le encuentre un puesto de trabajo acorde a su cualificación… mozo de estación, por ejemplo), Junior ha decidido colocarle como  invitado permanente (lo que en mi pueblo se ha venido llamando huésped y lo que los progres suelen llamar ocupa), para que el muchacho entre en la ejecutiva.
Claro que, al ritmo que lleva, lo mismo va y se la carga.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

martes, 19 de julio de 2016

Con un par

Para algunos (incautos, malvados), los neocom son unos muchachos bienintencionados que vienen a limpiar de basura la política española. Para otros (pesimistas, realistas, escarmentados, reflexivos) no son sino una muestra, puesta al día en cuanto a las formas inmediatas, del más rancio marxismo leninismo, que sólo persigue alcanzar el poder y, una vez conseguido este objetivo, mantenerse en él del modo que sea.
He dicho formas inmediatas. Sin embargo, en cuanto se confían, se despistan o, simplemente, se les contraría, los neocom española muestran los peores modos y maneras de la extrema izquierda de toda la vida. Basten dos ejemplos para aclarar esta cuestión.
El primero es el de la Villa y Corte. La penúltima ocurrencia de doña Rojelia ha consistido en la creación de una policía comunitaria paralela con jurados vecinales. O, por decirlo sin tanto artificio verborreico, y al más puro estilo de la dictadura cubana, el consistorio propone nombrar gestores de barrios, de quienes dependerán los agentes. Cuando se presentó semejante propuesta liberticida, la estríper asaltacapillas defendió que era una propuesta hecha por una consultora (lo cual es cierto, ya que se pagó por ella la bonita suma de dieciséis mil cuatrocientos cincuenta euros… mira que son tontos, Guillermo Toledo les podría haber explicado de primera mano cómo funciona el tema); sin embargo, inicialmente fue presentada como propia al resto de partidos. Al final, la oposición en bloque (menos mal que esta vez Carmena no fue apoyada por los cuates de su cuasihomónimo Carmona que, la verdad, no sé si sigue todavía en el grupo municipal socialista) logró paralizar el plan de la antigua abogada laboralista (sin desearle la muerte, ni mucho menos, de la que nos habríamos librado si hubiera estado en cierto despacho cierto día de los años setenta…)
El segundo ejemplo se produjo en Cádiz. El inefable Kichi, al tener también en contra a todo el consistorio de la tacita de plata, ni corto ni perezoso aprobó por su cuenta los presupuestos municipales. Es lo que hacen los neocom: si un norma no les gusta, no buscan cambiarla. Directamente, van y se la saltan.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

lunes, 18 de julio de 2016

Aclarando, que es gerundio

Algún avispado procedió, hace tiempo, a comercializar unas camisetas de fútbol de color blanco, con un escudo redondo en el que aparecían las letras eme, ce y efe, y que en el cuello llevaba el trapito republicano tricolor. El Real Madrid, vaya usted a saber por qué, planteó una denuncia por infracción de la propiedad industrial que fue desestimada, desestimación que ahora ha sido recurrida ante la Audiencia Provincial.
El juez que rechazó la denuncia lo hizo basándose en que las camisetas no son confundibles (para un ciego, quizá), y además reprochó al club merengue que no supiera distinguir los valores antagónicos que diferencia a la monarquía de la república.
Como yo sí sé distinguirlos, me voy a permitir señalar algunos de esos valores antagónicos. La monarquía, por definición, es de todos, y acoge en su seno incluso a quienes quieren derribarla o destruirla; la república (de izquierdas, de aquí en adelante), en cambio, es excluyente y no tolera la disensión. La monarquía, antes que provocar un baño de sangre, prefiere renunciar (al menos, de palabra); la república se encastilla y busca mantenerse como sea y al precio que sea. La monarquía acepta unos resultados electorales que no le son contrarios pero que parecen mostrar una cierta corriente de opinión; la república, cuando los resultados le son contrarios, monta una revolución para asir el poder al que cree tener derecho ontológico, y monta un pucherazo en los siguientes comicios para dar a ese asimiento una apariencia de legalidad. La monarquía traga carros y carretas; la república amenaza de muerte en sede parlamentaria a quienes la critican, y los asesina en la calle con nocturnidad y alevosía.
Hablamos, naturalmente, del caso español. En otros países las cosas no son tan acentuadas, pero sí muy parecidas (Italia y Grecia, por ejemplo, no han permitido a los miembros de sus familias reales regresar a su patria hasta fechas relativamente recientes).
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

domingo, 17 de julio de 2016

El hombre en el castillo

Philip Kindred Dick era un genio. Philip Kindred Dick estaba un poco grillado. Que lo primero fuera consecuencia de lo segundo, o al revés, resulta bastante irrelevante. El hecho es que produjo algunas de las mejores historias de ciencia ficción de la segunda mitad del siglo XX, y eso que murió joven.
La obra que comento en esta entrada no constituye, dicen, la primera ucronía. Tampoco la última, y ni siquiera la última en plantear el escenario de que Alemania hubiera vencido (o, al menos, no hubiera perdido) la Segunda Guerra Mundial: ahí está, para demostrarlo, Patria, de Robert Harris, que leí ya hace años y que me encantó.
La novela de Dick es original, quizá, por dos aspectos. Uno, que no se limita a plantear el hecho de que el Eje ganara la contienda, ni tampoco a desarrollar las consecuencias –unos Estados Unidos ocupados y divididos, ese Mar Mediterráneo desecado (aunque de las repercusiones ecológicas de semejante acto, llevado a cabo además en apenas una década, Dick no dice ni mu), esas áreas de influencia…-, sino que, como es habitual en la obra de Dick, introduce aspectos de índole filosófico o metafísico que rebasan con mucho los límites de la simple novela de ciencia ficción y que, de algún modo, no llega a rematar.
El segundo aspecto es que, dentro de ese mundo alternativo en el que se desarrolla la trama, uno de los personajes plantea lo que podríamos llamar una ucronía dentro de la ucronía, al escribir una novela (prohibida, desde luego, por las autoridades nazis, y tolerada por las japonesas) en la que el Eje habría perdido la guerra… pero donde las cosas no son exactamente como en nuestro mundo.
En definitiva, creo que es una obra que apunta muy alto pero que, en cierto modo, se queda a medio camino de lo que propone. Una lástima.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Desgobierno ruinoso

En las últimas elecciones municipales, la mayoría (relativa) de los madrileños votó para que gobernara el Partido Popular. Contrariando la decisión soberana del pueblo, el PSOE, tercera fuerza del consistorio, decidió apoyar a la segunda, los neocom encabezados (dirigidos sería mucho decir, visto el descontrol que reina entre los comunistas de la Villa y Corte) de la antigua juez y abogada laboralista a la que he dado en referirme como doña Rojelia (pido mis respetos a la entrañable marioneta de la no menos entrañable ventrílocua).
Como bien saben todos aquellos que tengan unos someros conocimientos de Historia y Economía, el comunismo lleva, indefectiblemente, a la ruina de aquellos sobre los que gobierna (los gobernantes es otra cosa, que ya se preocupan ellos muy mucho de enriquecerse a manos llenas), empeñados en aplicar unos postulados erróneos que son triturados cuando se dan de bruces con la realidad.
Así está ocurriendo en Madrid. Para empezar, cuando por fin parecía que la ampliación de la Castellana hacia el Norte se había desbloqueado, tras dos décadas empantanada, los neocom tumbaron el plan existente (la llamada Operación Chamartín) y se sacaron de la manga (por no decir del forro de los c…alzones) un bocetito (por ser clementes: yo hacía presentaciones mucho mejores cuando este blog era un fichero que se enviaba semanalmente por correo electrónico) hecho deprisa y corriendo, que no había por dónde cogerlo y que, para variar, era inviable económicamente. Ante semejante planteamiento, los promotores del plan tumbado reclamarán en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid la nulidad del acuerdo del Pleno y, de continuar el bloqueo, demandarán también al consistorio por daños y perjuicios.
¿Más datos? En poco más de un año, y gracias al gobierno podemita (que gobierna para sus amiguetes, no para todos los madrileños), el clima empresarial (a saber qué es eso, pero suena muy técnico y queda la mar de bien en un titular) de la capital no sólo ha abandonado la tónica alcista que mantenía bajo el gobierno de la anterior regidora (sí, la del relaxing cup of café con leche, pero que tenía una carrera y una oposición aprobadas), sino que ha vuelto a entrar en números rojos.
Lo dicho, de cabeza a la ruina. Y los socialistas, aplaudiendo con las orejas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

sábado, 16 de julio de 2016

Ellos son los intolerantes

Con la excusa de la opresión española –que no fue tal. o al menos tal y como la pintan-, las comunidades españolas exclusivamente mediterráneas –excluyo, por lo tanto, a Andalucía… aunque en Murcia tampoco ocurre, cachislamar- han planteado lo que llaman inmersión lingüística y que es, más apropiadamente, un ahogamiento de todo aquél que no hable en catalán y, más exactamente, que se atreva a hacerlo en español (única lengua que constitucionalmente todos los españoles tienen el deber de entender y el derecho a hablar).
Así, hace diez días se produjo un incidente en un trayecto marítimo por las Baleares. Uno de los dos integrantes del (felizmente, porque sus canciones eran un tostonazo) disuelto dúo El último de la fila se dirigió a un camarero del ferry en el que viajaba, pidiéndole en catalán un café con leche. El camarero, que estaría cansado, no habría oído bien o, simplemente, se sabe la Constitución mejor que el artista, le dijo que en catalán no le entendía, a lo que el músico reaccionó marchándose para, posteriormente, volver y (violando el también constitucional derecho a la intimidad) sacar una foto del camarero que procedió a subir a las redes sociales.
La compañía naviera se planteó represaliar al camarero. Sin embargo, el revuelo social que se montó en defensa del trabajador hizo que reculara y descartara despedirle, aunque matizando que debió ser más respetuoso. Más respetuoso debió ser el cantamañanas con síndrome de abstinencia de cafeína, que cuando el camarero fue a disculparse le ignoró con malos modos.
Todo esto no es, sin embargo, una casualidad. Es el resultado de casi cuarenta años de contumacia por parte de unos delinquidores regionales y de dejadez por parte de las autoridades nacionales españolas. Y los malos siguen echando polvo al lodo, porque el gobierno ultraizquierdista de las Islas Baleares defiende que se hable catalán hasta con quien no lo entiende, impone su uso a las empresas privadas y, por no dejar rincón descuidado, lo mete hasta en los cuartos de baño.
Que se vayan a la mierda, ya que ha salido el tema.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

viernes, 15 de julio de 2016

Soberbia + ignorancia = ridículo

Junior es uno de esos personajes que se cree mierda y no llega siquiera a pedo. Acostumbrado a que le rían las gracias y nadie le tosa, tanto en su faceta de docente universitario (compadezco a sus alumnos) como de líder político, cuando se ve enfrentado a una situación que le supera –es decir, en cuanto sale de esa zona de confort-, su carencias intelectuales quedan en evidencia. En la pasada quincena hemos tenido dos ejemplos palmarios. Uno de ellos es únicamente de consumo interno, pero el otro podría haber tenido consecuencias internacionales.
El primero se refiere a sus declaraciones en relación con la situación del paro en España. Para empezar, confundió los datos del paro con los números de la EPA; luego, siguiendo la máxima tan marxista de no permitir que la realidad le estropee un buen titular, mintió sobre la evolución de la afiliación a la Seguridad Social.
El segundo caso no es tan grave como melodramáticamente he dado a entender; sobre todo si, como parece, al final la cosa (ya explicaré de qué cosa hablo) no salió de España. Resulta que en la visita relámpago que Barack Obama hizo a España, dedicó apenas cinco minutos a cada uno de los tres (principales) líderes de la oposición. El neocom, fiel a su costumbre de ser el centro de atención allá donde va, le regaló al mulato americano un libro sobre la Brigada Lincoln en el que había escrito una dedicatoria en inglés… con faltas de ortografía. Según algunos, el marido de Michelle Obama se dejó olvidado el libro, así que parece que al otro lado del Atlántico no sabrán qué clase de personajes aspiran a dirigir el país (y no, no me refiero al periódico).
Si es que, de donde no hay, no se puede sacar…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

jueves, 14 de julio de 2016

Patética legión

A pesar de sus proclamas de que su primordial objetivo es defender a la gente, lo que realmente persiguen los neocom españoles es alcanzar el poder y, una vez allí, retenerlo. Lo demuestra, entre otras cosas, el que cuando llegaron al Congreso de los Diputados lo segundo que hicieron –lo primero fue una sarta de tomas de posesión a cual más estrambótica y (probablemente) ilegal- fue ponerse a pelear por un quítame allá esos escaños, como si fueran niños chicos.
Tras el batacazo que se han llevado en las últimas elecciones –el resultado ha sido objetivamente bueno, puesto que se ha reducido la distancia con la segunda fuerza política… y subjetivamente malo, porque tal reducción no se debe al ascenso neo/paleocom (no se han movido ni un escaño), sino al descenso socialista-, Junior no se da por vencido y en ese tono entre pomposo e incoherente que le es propio ha proclamado que pronto habrá otra final (para estos las finales son como los referendos para los secesionistas, que no consideran válidos ni definitivos aquellos que pierden) y que esperan ganarla. Claro, que un par de días después matizó la cosa, tanto en el plazo como en los resultados, al decir que puede que ganen las elecciones en cuatro años o que se den una hostia de proporciones bíblicas (estos izquierdosos, siempre con su verbo almibarado y elegante).
En cuanto a su análisis de los resultados electorales, siguen sin asumir ninguna responsabilidad en concreto (o, más bien, cada facción le echa la culpa a la contraria), y se han limitado a admitir que la mención de la cal viva en la tribuna de oradores del Congreso y su gestión parlamentaria afectaron al resultado del 26 de Junio.
Pues nada, si en seis meses han perpetrado todos esos dislates, imaginemos los que pueden realizar en una legislatura de cuatro años…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

miércoles, 13 de julio de 2016

Ya empezamos

Los llamados partidos nacionalistas en España (propiamente habría que llamarles regionalistas, para evitar confusiones), sobre todo PNV y CyU (RIP), fueron presentados en los años ochenta y noventa del pasado siglo como garantes de la gobernabilidad (sic) del país.
Sin embargo, dichos partidos no eran garantes de nada. Al modo de modernos Duguesclines, no quitaban ni ponían reyes (aunque sí gobiernos), ayudando a quienes les pagaran… y a un precio muy alto. En la última legislatura cuatrienal, la mayoría absoluta de los populares hizo innecesario el recurrir a estos partidos. Sin embargo, los resultados de las dos últimas elecciones generales, con un ganador claro (el PP) pero sin una mayoría nítida, han revigorizado a estas formaciones.
En crisis y de capa caída los regionalistas catalanes, han sido los vascos quienes han dado el primer paso. Quizá queriéndose asegurar un eventual apoyo en sus propias elecciones regionales –a celebrar este otoño- ante el avance de terroristas y neocom, han planteado la posibilidad de apoyar a Rajoy, pero dejando claras sus exigencias: quieren un estado plurinacional (estos mamelucos no se enteran de que un Estado plurinacional se construye de abajo hacia arriba, y no se fabrica de arriba abajo) y la transferencia de las competencias en materia penitenciaria.
Sin estar completamente seguro de que esto último sea constitucionalmente posible, tal concesión implicaría, de facto, entregar la llave de las celdas de los asesinos todavía en prisión.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

martes, 12 de julio de 2016

El secreto de Gray Mountain

Esta novela de John Grisham, al igual que la mayoría de las del autor, se lee casi en un suspiro. Después de tres décadas escribiendo, el autor estadounidense ya tiene dominada la técnica de fabricar un éxito de ventas.
La trama me recuerda, en cierto modo, a Legítima defensa o Causa justa, en el sentido de que el (la) protagonista es un (una) jurista con pocos medios que se enfrenta a una poderosa corporación con pocos escrúpulos. Sin embargo, presenta algunas novedades (qué menos), como el hecho de que alguno de los personajes principales muere en el transcurso de la historia, o que el lío romántico no es el que inicialmente parece apuntarse (aunque casi). Asimismo, el autor vierte sus opiniones sobre la crisis financiera de la década pasada y, sobre todo, acerca de la minería a cielo abierto en las explotaciones carboníferas de los Apalaches.
En cuanto al título en español… lo que hay en Gray Mountain será un secreto para bastantes de los personajes de la novela, pero en ningún momento para el lector.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Más vale tarde que nunca

No me tengo por un fino analista político. Entendámonos, sé que soy inteligente, nada modesto, con cultura, conocimientos amplios de Historia y que procuro escribir bien. Pero no creo verter en este blog demasiados comentarios originales, sino más bien (en general) una especie de decantación de lo que leo en los periódicos y oigo en la radio (la televisión, a los efectos de los comentarios políticos, no la veo prácticamente nada), todo ello tamizado por mis propias convicciones políticas (algunos dirían que por mi sectarismo, aunque procuro repartir estopa a diestro y siniestro... más a siniestro que a diestro, para qué vamos a negarlo).
A pesar de todo lo anterior, hay gente que sigue este blog (a mí también me sorprende) y que parece valorar las opiniones que vierto en él. Algunos incluso las solicitan expresamente; por ejemplo, en el caso de las últimas elecciones generales en España, con el recuento recién terminado ya había quien me estaba preguntando mi opinión. Sin embargo, en esos momentos me encontraba fuera de España y sin un ordenador, por lo que no pude complacer a esa persona. Y después se me ha juntado otro viaje, con lo que he ido retrasando esta entrada hasta tal extremo que la persona solicitante ha manifestado sutilmente que todavía estaba esperando mis comentarios. Bueno, pues no tiene que esperar más, porque aquí están.
A diferencia de la generalidad de los procesos electorales, en los que se suele decir que todos ganan (lo suelen decir los que participan), en los comicios del 26 de Junio pasado podríamos decir que todos han perdido, si bien, como diría Eric Blair, algunos han perdido más que otros. Vamos de menos a más:

  • Ciudadanos ha retrocedido en escaños, con lo que su importancia relativa se ha visto disminuida. Sumando sus escaños y los del PSOE ya no alcanzan, ni de lejos, los obtenidos por el PP. Su tibieza (algunos dirían que su excesiva proximidad al PSOE y, consecuentemente, su alejamiento del PP) les habría pasado factura.
  • Los comunistas (neocom y paleocom coaligados) también han perdido. No han logrado, no ya ser la primera fuerza política (sería cuestión, en tal caso, de ir haciendo las maletas), sino ni tan siquiera el tan profetizado sorpasso. De hecho, apenas han logrado mantener los escaños que tenían en el recién disuelto Congreso, lo que, dado el sistema electoral que rige en España, favorecedor de los partidos grandes, es un desastre sin paliativos (o con muy pocos).
  • El PSOE parece seguir empeñado en romper, vez tras vez, su suelo electoral. El hijo de P hizo bueno a Almunia, Pdr Snchz hizo bueno al hijo de P y, en una curiosa pirueta, Pdr Snchz se ha hecho bueno a sí mismo. A este ritmo, el PSOE va camino de ser lo que era antes de que recibiera una inyección económica de EE.UU. y Alemania en los años setenta del pasado siglo: una de tantas fuerzas de izquierda, y no precisamente la más importante.
  • El PP, merced al tancredismo de su presidente, es la única fuerza que ha subido en escaños. De hecho, gana prácticamente tantos como pierden PSOE y Ciudadanos. No les basta, ni de lejos, para asegurarse un gobierno en solitario con tranquilidad parlamentaria, pero unidos a los naranjitos se quedan al borde de la mayoría absoluta, y bastante por delante del bloque de izquierdas.
  • Mención aparte merecen los necionanistas catalanes, que van de fracaso en fracaso hacia el desastre final. Juntos o por separado, con un nombre o con otro, se ha confirmado lo que venía anunciándose desde hace tiempo: el partido que fundó Jorgito Polluelo ya no es la primera fuerza regionalista en Cataluña.
En cuanto a qué pasará... bueno, es difícil decirlo. El PSOE sigue encontrándose en una alternativa diabólica, del estilo de la que planteó Forsyth en la primera novela suya que leí. Haga lo que haga, sus perspectivas son bastante negras: si se une a los comunistas, se lo meriendan; si apoya al PP, los comunistas también se lo meriendan; y si intenta nadar entre dos aguas... los comunistas también se lo meriendan. Lo único claro es que, vista la tendencia, unas terceras elecciones generales serían un desastre todavía mayor para el partido del puño y la rosa. Sin embargo, es tanto su odio africano a la derecha que son capaces de suicidarse (políticamente) con tal de que no gobierne el Partido Popular.
No sé, queridos lectores, si esta entrada cumple vuestras expectativas. Es lo que he podido pergeñar, a vuelatecla y con retraso. Va por vosotros.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Mejor solos que mal acompañados

Las actividades de la llamada semana del orgullo gay (más fácil resumirlo en una palabrita que emplear las sesenta y tantas identidades sexuales que no son las dos normales y corrientes –hombre heterosexual, mujer heterosexual- de toda la vida) son cada vez menos de autoafirmación y cada vez más de un espectáculo chabacano, de mal gusto y profundamente intolerante. Un montón de personas se visten como mamarrachos (por no decir como profesionales del sexo mercenario, y no del de lujo precisamente), dejan una masa ingente de porquería allá por donde pasan y se dedican a insultar y ofender, no a quienes no piensan como ellos, sino más bien a quienes saben que no se defenderán.
Es decir, que buscan ofender a los católicos. A esos mamarrachos jamás se les ocurriría presentar a Mahoma besándose con Alá, o con Alí. Saben perfectamente que los musulmanes son gente con muy poco sentido del humor; con nada, en lo que se refiere a temas religiosos, y que no tienen ningún escrúpulo en mandar al otro mundo a quienes ellos consideren que lo merecen.
Así pues, que los organizadores de la mamarrachada de este año, repitiendo la costumbre de los anteriores, han ofendido los sentimientos religiosos de los católicos; algo que, ya se sabe, sale gratis en España. Además, han vetado para su desfilito al partido más votado en España ; algo de lo cual deberían alegrarse los populares, porque cuando alguien entra en un estercolero, lo más lógico es acabar de mierda hasta las cejas.
Para remate, el ayuntamiento de Getafe, por iniciativa de los partidos de izmierda, ha presentado una moción en la que se describe el perfil del homófobo: varón blanco, heterosexual, cisexual (aquel que no es transexual), de clase media o alta, sin diversidad funcional, joven, delgado y perteneciente a la fe mayoritaria. Entiendo casi todos los términos empleados (salvo lo de sin diversidad funcional, que no sé qué carajo es), y podría incluírseme en la mayoría, salvo lo de joven (la juventud es algo que, como dicen, se cura con la edad) y delgado (ya me gustaría, pero el dónut que recubre la tableta de chocolate es muy difícil de eliminar).
Me despediría con un que les den, pero es que probablemente les gustaría…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

lunes, 11 de julio de 2016

Que os vayan dando, neocom

La izquierda española tiene una larga tradición que acredita su nulo talante (odio la palabrita, pero a ellos les encanta, así que…) democrático. Sin necesidad de remontarnos al golpe de Estado de 1.934 o las elecciones de 1.936, bastaría con recordar el comentario de Alfonso Guerra –España se ha equivocado- cuando, a finales de los años setenta, las urnas les negaron la mayoría absoluta que ya creían a su alcance y que tocarían no mucho tiempo después.
Casi cuarenta años después, las cosas no han cambiado demasiado (por no decir que nada en absoluto). Los neocom, con unas expectativas demoscópicas excelentes –hablaban de que se produciría el tan ansiado sorpasso-, quedaron, como de costumbre, por debajo de las mismas: de hecho, a pesar de la coalición electoral con los paleocom –que, visto lo visto, resultó ser más un parche que una solución- no han conseguido más que mantener los mismos escaños que en las elecciones de seis meses antes.
Eso sí, la culpa no fue suya, sino de los demás. El ex JEMAD –al que no parecen querer como representante en ninguna circunscripción electoral- ha afirmado que los votantes del PP son un peligro porque no creen en la ética. Que eso lo diga un militar del que sus (ex) compañeros hablan pestes y que milita en un partido que se ha financiado con fondos de una teocracia homófoba y de un dictador sanguinario sería casi gracioso. Menos gracia tienen otras reacciones, como las que hablan de pucherazo o las que dicen que hay que matar a los viejos porque son los que votan al Partido Popular.
Pues bien, yo tengo cuarenta y siete años, voto al Partido Popular y creo en la ética. Precisamente por ello no he votado ni votaré nunca a un partido comunista, se camufle de lo que se camufle. Y sí, lo sé, tengo pendiente un comentario de las últimas elecciones generales. En cuanto tenga tiempo me pondré a ello, que llevo tres semanas un poco frenéticas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!