miércoles, 30 de septiembre de 2015

Habemus papam

Lo diré claramente: el papa Francisco me gusta bastante menos que los dos anteriores. En alguna parte he leído que el Papa sólo es infalible cuando habla ex cathedra sobre temas de dogma; en todo lo demás, es tan falible como el resto de los seres humanos… y Jorge María Bergoglio parece dispuesto a demostrarlo.
En su reciente visita a Cuba y Estados Unidos, el argentino ha mostrado una parcialidad bastante poco cristiana… y no sólo por ser parcial, sino por a favor de quién se posicionó: porque criticó el sistema capitalista en Estados Unidos, tras haber abrazado al tirano de las barbas; y porque criticó la pena de muerte en Estados Unidos, tras haber olvidado la represión en Cuba y no haberse dignado siquiera a reunirse con los disidentes.
Y es que es muy fácil criticar a quien sabes que no va a tomar represalias por las críticas… y bastante cobarde callarse ante quien sí lo haría.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

martes, 29 de septiembre de 2015

No prosperará

En plena campaña para las elecciones catalanas, el agonizante (al menos, eso parece) proyecto político de Rosa Yo yo yo Díez propuso una ley llena de racionalidad, buen sentido y coherencia.
Se trataba, por decirlo en dos palabras, de dar cumplimiento a lo establecido en el primer apartado del artículo tres de la Constitución, esto es:
El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
Esa norma, entre otras cosas, supondría que se tendrían que hacer constar los topónimos oficiales en castellano en la rotulación de todas las vías urbanas e interurbanas existentes en el territorio nacional, y que debería recuperarse el nombre tradicional español de los diferentes topónimos que hubieren sido erradicados en algunas Comunidades Autónomas que cuentan con lenguas cooficiales de ámbito autonómico.
Porque si en algunas regiones al hijo de un guardia civil se le llama Yosepyuís (aquí y en la China, la comunista y la otra), a un aragonés Yusepantoni y a los reyes eméritos Yoancarles y Sofí, y en otra a un político se le llama Yosuyón (pero en ninguna parte aparece un Yonyosu, cosa extraña); si en la primera región se habla de Saragossa y Terol para hacer referencia a ciudades en las que no se habla esa lengua más que por los turistas que no quieren que les entiendan… Si, en resumen, hablamos de Londres, Estocolmo o Moscú, pero no de London, Stockholm ni Moskvá… ¿por qué no vamos a hablar de Lérida, Gerona, Onteniente, Játiva, San Sebastián, Vitoria, Bilbao, La Coruña, Orense, Arteijo o Sanjenjo?
Por todo lo dicho, es seguro que dicha norma no saldrá adelante…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

lunes, 28 de septiembre de 2015

Mierda pa’ tós.

Cuando escribo esta entrada, poco después de las ocho y media del Domingo 27, no sé todavía cuáles han sido los resultados electorales de los comicios catalanes. Sí sé que las encuestas a pie de urna dicen dos cosas: que la lista unitaria de los secesionistas no alcanzaría por sí sola la mayoría absoluta, y que sí lo lograría con el apoyo del partido del energúmeno de la sandalia.
De este estado de cosas no es responsable, como dijo Pedro Sánchez hace una semana, el presidente del gobierno. Al menos, no lo es en exclusiva, ni tampoco en la parte más importante. Mucha más culpa de este estado de cosas la tiene la izquierda española en general, y el partido del señor Sánchez en paricular.
Porque fue ese partido el primero en reclamar el apoyo de los regionalistas catalanes para mantenerse en el gobierno de España. Fue ese mismo partido el que paralizó el proceso judicial que habría acabado con los huesos de Jorgito Polluelo en la cárcel. Fue ese mismo partido, o su sucursal regional, el que impulsó un estatuto innecesario e inconstitucional, y fue también ese partido el que maniobró en el Tribunal Constitucional (órgano que ellos prostituyeron casi desde su nacimiento, con la decisión sobre la expropiación de Rumasa) para que semejante aberración legal saliera adelante. Fue, en fin, ese mismo partido el que, cuando llegó al gobierno regional, siguió una política tan sectaria, si no más, como la que habían seguido los necionanistas durante dos décadas largas.
Así pues, señor Sánchez, mierda para todos. Pero es en el partido de Ferraz donde rezuma el estiércol, en este tema y en otros muchos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

domingo, 27 de septiembre de 2015

Si ella lo dice…

Creo que fue Churchill el que dijo aquello de quien a los veinte años no es de izquierdas no tiene corazón, y quien lo sigue siendo a los cuarenta lo que no tiene es cerebro (a lo que yo suelo apostillar que perdí el corazón antes de los diez). Aunque es poco probable que los neocom españoles compartan las ideas políticas del descendiente de Mambrú, parecen estar bastante de acuerdo con la cita con la que abro esta entrada.
En efecto, durante la recién terminada campaña electoral para los comicios autonómicos catalanes, una de las dirigentes estaba soltando su discursito (con un acento nada catalán, la verdad) y soltó algo tan manido como ¡Ésta es nuestra gente, y somos imparables! (no creo que se refiera en que van cuesta abajo y embalados, que es lo que parece a tenor de las últimas encuentas). A esto, una del público la interrumpió gritando ¡Meritxell! ¡Tú eres nuestra gente!, entre los aplausos del público. La oradora, en cambio, soltó un perfectamente inteligible Gilipollas.
No es que yo no tuviera claro que quien vota a los comunistas demuestra tener bastante poca inteligencia. Lo que nunca pensé es que los neocom lo fueran a reconocer tan explícitamente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

sábado, 26 de septiembre de 2015

La guerra del bacta

Con este volumen termina el primer arco argumental de la serie dedicada al Escuadrón Pícaro (o Rebelde, según las traducciones). Y, a diferencia de los volúmenes anteriores, este sí que termina con un punto y aparte, en lugar de con un punto y seguido. Quiero decir que deja bastante atados (aparentemente) todos los hilos argumentales (si exceptuamos el paradero de los prisioneros del Lusankya), al tiempo que despeja algunas incógnitas interesantes, como la explicación del modo en que Toberas Terrik se hizo con el Ventura errante (como suele decirse, el único destructor estelar en manos privadas del universo de La guerra de las galaxias).
Por otra parte, en este arco argumental en general (y este volumen en particular) se nos muestran detalles de algunos elementos del universo Star Wars (los Twi’leks, el bacta, la primera aparición -por cronología interna, que yo sepa- de Talon Karrde, aunque a Mara Jade ni se la mencione) de una relativa importancia pero que, de algún modo, se daban por sobreentendidos en la saga. Y todo ello, de nuevo, sin apoyarse en ninguno de los personajes principales, que cuando aparecen (y eso sólo ocurre con Luke y Leia) apenas tienen unas líneas de diálogo.
Lástima que la serie no se publicara en español…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Eso es compromiso y lo demás son tonterías

Arturito Menos y sus corifeos se han hartado de decir por activa, por pasiva y por perifrástica que Cataluña quiere la independencia. Para ellos, eso es una verdad evidente que no admite discusión. Así las cosas, deberían estar seguros del resultado de las elecciones que se van a celebrar mañana. Si, efectivamente, la inmensa mayoría de los catalanes está por la secesión de España, los sufragios emitidos no dejarán lugar a dudas.
Y si es así, ¿por qué el delfín de Jorgito Poyuelo se está buscando un más que cómodo retiro tras la secesión? Es como si Moisés, en vísperas de cruzar el Mar Rojo, entrara en conversaciones con el emperador asirio, el babilonio o el hitita en busca de una sinecura en cualquiera de esos imperios: yo ya he puesto a mi pueblo en el camino de la Tierra Prometida, ahora me toca disfrutar de un bien ganado descanso.
O sea, que quiere entrar en la Historia… pero cómodamente repanchingado y con el riñón bien cubierto…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

viernes, 25 de septiembre de 2015

Otro mamarracho

Dentro del autoproclamado mundo de la cultura son comunes los desplantes a España, sobre todo cuando gobierna el Partido Popular. Varios artistas de los que ya nadie se acuerda, en vísperas de celebrarse comicios, amenazan con cambiar de residencia e irse al extranjero si no gana el partido o la opción que ellos prefieren. Es probable que no se percaten de que semejantes baladronadas –porque, al final, acaban quedándose en España- suponen para algunos de nosotros un acicate para no votar a esas opciones, en la futil esperanza de que finalmente podremos vernos libres de ellos.
Esa hipocresía aumenta cuando de por medio anda el maldito parné. El último Premio Cervantes juró por activa y por pasiva, cuando no esperaba recibirlo, que nunca lo aceptaría; pero cuando se lo concedieron, se apresuró a aceptar el galardón… y la dotación económica del mismo. Más recientemente, el estrábico creyente en Billy Wilder ha excretado lindezas como que no se ha sentido español ni cinco minutos, o que desearía que en la Guerra de la Independencia hubieran ganado los franceses.
El dinero, eso sí, para la buchaca.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

jueves, 24 de septiembre de 2015

La trampa de Krytos

La serie va mejorando volumen a volumen. Si la segunda parte de este arco argumental era una especie de novela de espionaje que acababa conduciendo a la conquista de Coruscant por parte de la Alianza Rebelde, este tercer volumen tiene una doble vertiente: por una parte es una novela de juicios, ya que Tycho Celchu es acusado de la (aparente) muerte de Corran Horn; por otra, este último ha de escapar del Lusankya, descubriendo de paso sus conexiones con cierta orden de guardianes de la paz.
Todo esto, junto con el descubrimiento de dónde se encontraba exactamente el Lusankya y quién era realmente el topo dentro del Escuadrón Pícaro. La novela no es larga, y se lee volando.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Hacia la ruina total

El comunismo nació como socialismo científico (por oposición a sus predecesores los socialistas utópicos: Saint-Simon, Fourier y Owen). Sin embargo, a efectos prácticos tiene de científico tanto como la astrología o la homeopatía.
Y la prueba es que cada vez que se ha llevado a la práctica, han destrozado la economía del país, por próspero que éste fuese: de Cuba a Corea del Norte, pasando por la URSS y el (felizmente) extinto bloque soviético. Algunos me dirán que China no es que se encuentre precisamente en la ruina, pero a ellos les planteo dos contra objeciones: en China no se aplica un sistema comunista estricto, sino más bien un capitalismo de Estado… y están montados en una burbuja inmobiliaria que ríete tú de la de finales de la década pasada en Occidente.
Ahora, a pequeña escala, podemos tener lo mismo en España. Como he dicho ya unas cuantas veces, con el apoyo del PSOE han accedido al poder municipal los neocom… más com que neo, porque aplican las mismas recetas económicas (esas en las que el remedio es peor que la enfermedad) que los paleocom: subir impuestos, subir impuestos y subir impuestos (vamos, más o menos como el gobierno de Rajoy, pero esta vez siendo coherentes con su ideología). Y como son así de listos, se lo aplican al turismo, que es prácticamente en lo único en lo que España es (todavía) competitiva.
Se ve que consideran que si la tasa ideológica del pluripartito balear fracasó, debió ser porque no la aplicaron lo suficiente…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Es el mercado, estúpida

Desde que el ser humano inventó la economía, ésta ha regido el destino de la humanidad. Por mucho que algunas ideologías se empeñen en negarla, al final todo conduce a ella. Y esto es así aunque a algunos se les llene la boca con proclamas sobre si tal deuda es legítima o ilegítima.
Sin con ello sólo demostraran que saben de Derecho tan poco como de Economía (es decir, nada en absoluto), la cosa sería hasta graciosa. Lo malo es que, gracias a alguno de los partidos tradicionales, se han hecho con el poder en varias de las ciudades más importantes de España. Y cuando actúas en el mundo real, tus actos tienen consecuencias reales. Como por ejemplo, decir que se va a auditar la deuda municipal madrileña, lo que ha provocado que algunos estimen que sus intereses anuales aumentarán en sesenta millones de euros como consecuencia del empeoramiento del rating.
Si doña Rojelia fuera realmente una marioneta, cabría la posibilidad de soltarla y que se quedase calladita. Pero no lo es, cachislamar…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

martes, 22 de septiembre de 2015

La hija de Mistral

Me crucé con esta serie hace treinta años, y nunca la había visto completa, sino a saltos; además, la vi en inglés, no en español.
La serie no tiene nada de especial. El argumento podría definirse como pretencioso, ya que pretende introducir temas solemnes e importantes (desde el Holocausto hasta el compromiso del artista con su obra y nada más) en lo que no deja de ser una trama romántica muy al estilo de las que se solían dar en los años ochenta.
En cuanto a los personajes, están apenas esbozados. Los malos, en concreto –las malas, más bien-, resultan casi caricaturescos en su egoísmo y soberbia. En resumen, una serie cuyo único valor es el puramente sentimental (en el sentido ya apuntado de que la vi hace mucho tiempo). Casi lo mejor de todo es la música.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

La apuesta de Wedge

Vale, las novelas de La guerra de las galaxias no es que vayan a ganar el Pulitzer ni nada parecido, pero cumplen su papel: entretienen. Además, y dependiendo de los autores, pueden plantear temas un poco más profundos (sin pasarse), o salirse del típico esquema de los personajes principales se meten en un lío del que acaban saliendo gracias a la Fuerza.
Ese esquema típico no se da en esta serie, al menos de momento. Los protagonistas son personas normales (al menos, aparentemente), y los protagonistas clásicos aparecen sólo mencionados en una conversación o, si lo hacen en persona –en esta novela sólo aparece Leia- su intervención es casi incidental.
Aunque este volumen es una preparación para lo que ocurrirá en los siguientes, tiene dos puntos de interés: la Alianza Rebelde toma Coruscant (un poco demasiado deprisa y con demasiada facilidad para mi gusto) y se apunta la existencia de un topo en el Escuadrón Pícaro. Topo que, gracias a la Wookipedia, sé quién es, pero que no podría deducir por lo leído hasta el momento.
En resumen, que te deja con ganas de más.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

España, otra vez campeona de Europa

Hay varias diferencias importantes entre las selecciones españolas de fútbol y de baloncesto (que acaba de ganar por tercera vez el campeonato de Europa de selecciones):
  • A la primera, desde hace tiempo, se le llama la Roja, probablemente por aquello de no pronunciar la palabra España (ya hace más de media vida que yo dije que estaba cansado de ser estepaisano, que yo lo que era es español). Con la segunda no hay equívocos: es la selección ESPAÑOLA de baloncesto. Y punto pelota.
  • El seleccionador (actual) de baloncesto es un tipo serio que va a lo suyo y al que el qué dirán parece importarle, como debe ser, un pito. El seleccionador (actual) de fútbol es una especie de bienqueda que va de bueno y suele quedar como la mierda (qué diferencia con su predecesor, más del estilo de Scariolo).
  • Los jugadores de la selección española de baloncesto, con los lógicos relevos, ausencias y lesiones, llevan juntos década y media: más que una selección, son un equipo de amigos que se reúnen cada verano para disfrutar y hacernos disfrutar a todos. Los jugadores de la selección española de fútbol son, en general (siempre hay excepciones) una panda de creídos que, en general, van a lo suyo.
  • En la selección española de baloncesto no hay regionalismos ni equipismos: se juega por España, se gana por España y se pierde por España. No hay disensiones porque, en general, no hay disensiones entre los clubes. En la selección española de fútbol, cuando se gana, cada uno saca su banderita, y algún charnego malnacido se permite hacer política de club.
  • A la selección española de baloncesto no se la pita (por parte de los aficionados españoles, se entiende), ni a ninguno de sus jugadores. A la de fútbol tampoco se la pita (todavía), pero a cierto defensa central sí; y lo que te rondaré morena, porque aquí o hay libertad de silbido para todos, o para ninguno.
  • La selección española de baloncesto nos hace vibrar. La de fútbol nos aburre, hasta cuando gana.

Hay más, claro que sí (en la de baloncesto no hay primadonnas, aun cuando razones para serlo algún jugador tendría), pero con esas basta.
¡¡¡VIVA ESPAUÑA!!!

lunes, 21 de septiembre de 2015

Democracia, pero menos

Dos meses después, la informática me la ha jugado de nuevo, y de la misma manera. Tenía entradas para las próximas dos semanas, y escrita la de hoy con cuarenta y ocho horas de adelanto y ¡vaya por Dios! el fichero de Word ha desaparecido como si nunca hubiera (o hubiese) existido. Con lo cual tendré que volver a recopilar enlaces como un descosido, para tener materia sobre la que escribir los próximos días.
Afortunadamente, recuerdo bien sobre qué iba a escribir hoy. También recuerdo que llenaba un par de párrafos explicando que mi sistema de publicación de entradas suele ser FIFO (el acrónimo es una novedad de esta segunda redacción), es decir, que suelen ir saliendo por orden de aparición ante el micrófono; que a veces me salto esta regla, cuando la noticia es lo suficientemente importante o cuando el seguir la regla general haría que el comentario quedara desfasado u obsoleto; que en tales casos, sigo una de tres opciones (a saber, hacer una entrada inmediata, correr todas un día o coger la que sería la siguiente y mandarla al final; esta última opción era la que había elegido esta vez). y una vez explicado eso, decía que ya entraba en materia, cosa que voy a hacer también ahora.
Los necionanistas catalanes apelan a lo que ellos llaman democracia, a lo que sería la voluntad popular (o lo que ellos llaman voluntad popular, pero que en realidad es la suya propia) como algo superior a la legalidad establecida y a las resoluciones judiciales que les permite pasarse la primera por el epidídimo y hacer oídos sordos a las segundas.
Si en algo se basa la verdadera democracia es en la libertad de expresión, en el poder decir lo que se piensa sin miedo a ser represaliado. Y esa libertad hace mucho que desapareció de Cataluña, donde cualquiera que discrepa de lo que dicen los líderes necionanistas es inmediatamente motejado de fascista o, lo que es mucho peor, de españolista. Es decir, o estás a favor de las tesis separatistas, o te callas.
Esto ha quedado meridianamente claro (por si no lo estuviera ya) cuando, tras decidir la Junta Electoral Central que la televisión autonómica catalana (que tiene más canales que la estatal, manda cojones) debe retransmitir actos de los partidos no nacionalistas como compensación al tiempo que dedicó a la manifestación del 11 de Septiembre, la sediciosa y sedicente Asamblea Nacional Catalana ha indicado que debería boicotearse a la cadena autonómica cuando realice dicha retransmisión.
Y luego se extrañan de que les comparen con los nazis...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

domingo, 20 de septiembre de 2015

Reino Unido, qué gran país

Fue leyendo El corsario de hierro cuando por primera vez me topé con la expresión con razón o sin razón, mi país es lo primero. Aunque, al parecer, la frase no surgió hasta dos siglos después de la época en la que está ambientada la citada historieta, define a la perfección la actitud tradicional de los británicos, un pueblo en general poco dado a veleidades y más bien práctico.
Aunque, como en todos los países, han surgido iluminados de uno y otro signo, no es allí lo habitual. Por ello, cuando lo que llaman el Pablo Iglesias británico (aunque, dada su edad y postulados, parece más bien el equivalente, ligeramente más joven, de Julio Anguita) apareció con posibilidades de encaramarse a la cúpula del Partido Laborista, los dirigentes presentes y pasados de éstos, de Tony Blair a Gordon Brown, alertaron de que la radicalización del mensaje del partido supondría entregar a los conservadores la mayoría absoluta en bandeja de plata.
Parece que algunos promocionaron a este tal Jeremy Corbin para que funcionara como una especie de revulsivo dentro del partido. Ahora que finalmente ha sido elegido, lo que puede que sea, fuera del partido, es un repulsivo. Con pe.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

sábado, 19 de septiembre de 2015

A buenas horas

Dijo Fraga Iribarne que un socialista es alguien capaz de sostener una cosa y la contraria y afirmar que ambas son ciertas y progresistas. Evidentemente, este sostenimiento no suele ser simultáneo, aunque nada impide que lo sea: ahí está el caso del secesionismo catalán, con una parte del partido (o no: según a quien preguntes, el PSC es parte del PSOE o un partido independiente en el que el PSOE no tiene derecho a intervenir, pero que puede mangonear al PSOE como le venga en gana) a favor y otra en contra. Debe ser la versión laica, que dirían ellos, de poner una vela a Dios y ora al diablo.
Viene esto a cuento de las declaraciones de Ma Chacón, señalando que uno de los mayores errores del PSC fue pactar con IRC. En efecto, fue un error macanudo, colosal, de dimensiones casi apocalípticas; un error prácticamente insuperable de no estar hablando de Cataluña, región española en la que los partidos llamados nacionales, en un esfuerzo (baldío) por atraerse el voto necionanista han cometido estupideces a cuál mayor, sin caer en la cuenta de que al tratar con algo tan vorazmente insaciable como la cleptocracia catalana uno sabe cuándo y cómo empieza, pero no cuándo (nunca) ni cómo (del peor de los modos posibles) acaba.
Y es que los errores, circunscribiéndonos sólo al PSOE, son materia larga, desde abortar el proceso de Banca Catalana hasta promover, durante el zapaterato, un sedicente y sedicioso estatuto que nadie había solicitado.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

viernes, 18 de septiembre de 2015

El que no llega a mierda tiene diarrea

Subido en la cresta de la ola de las encuestas favorables, Junior se veía poco menos que el próximo presidente del gobierno de España y, casi casi, el nuevo adalid de la izquierda europea.
Sin embargo, los sucesivos procesos electorales –que son las encuestas que verdaderamente importan, al fin y a la postre- le han ido otorgando a sus formaciones (la fetén y las distintas marcas blancas engaña incautos) unos resultados, si bien apreciables, no tan halagueños como se esperaba el de la coleta.
Ahora, ni siquiera las encuestas les son favorables. Superados por el nuevo niño bonito de la política española, ven incluso peligrar el primer puesto de la izquierda. Y, al tiempo que pide a sus huestes fidelidad absoluta a su persona (desde luego, eso de la adhesión inquebrantable al líder es algo de lo más progresista, véase por ejemplo Corea del Norte), busca desesperado unos pactos que antes despreciaba con soberbia.
Lo dicho, cagaíto de miedo…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

jueves, 17 de septiembre de 2015

Cuesta abajo y embalados

El sector público, a diferencia de la iniciativa privada, es en general y por definición deficitario. Básicamente, porque la iniciativa privada arriesga su propio capital, mientras que el sector público, como dice la expresión, tira con pólvora del Rey.
Así las cosas, cuanto mayor sea el sector público en un país y menor la iniciativa privada, más posibilidades hay de que ese país vaya a la ruina. Ejemplo paradigmático son las dictaduras comunistas (ayer el bloque soviético, hoy Cuba o Venezuela): no importa lo rico que sea el país en materias primas, el sistema abocará la economía de esa nación a la ruina.
Centrándonos en España, la hipertrofia del sector público que ha traído la Constitución (Estado, comunidades autónomas, diputaciones provinciales, municipios…) permitía predecir que la economía española –que tampoco es que sea la bomba, precisamente, en cuanto a recursos o competitividad- se iría al garete. En las épocas de bonanza, mal que bien, fuimos capeando el temporal, pero cuando ha llegado la crisis las vergüenzas han quedado al aire.
Y es inútil que papá Estado avale el endeudamiento de los demás entes territoriales. Eso no les iba a inducir a refrenarse en sus dispendios y actuar con racionalidad, sino más bien a todo lo contrario: puesto que pagan otros, no hay nada de qué preocuparse y puede seguirse gastando como si ni hubiera mañana.
Y eso es lo que ha pasado. Tras las últimas elecciones autonómicas, en las que las alianzas socialcomunistas han copado los distintos gobiernos regionales, las comunidades de izquierdas plantean la posibilidad de quitas en su deuda por cantidades que alcanzarían los ochenta mil millones de euros, que se dice pronto. Como justificación aducen que no pueden pagarla.
Pues que ellos y los que les precedieron, de uno y otro signo, lo hubieran pensado mejor antes de gastar como tontos y como locos. Porque el dinero público no es que sea, como dijo aquélla, de nadie, sino todo lo contrario: es de todos. Y es a todos, por lo tanto, a quienes nos lo quieren escamotear.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

miércoles, 16 de septiembre de 2015

No es la mejor idea

Según algunas encuestas, la lista única secesionista se encuentra a un puñado de votos de alcanzar la mayoría absoluta (de escaños, que no de votos y mucho menos del censo) en solitario. Es poco probable que ello se deba a las apelaciones al prestigio internacional de Arturito Menos, al que consideran como un referente (probablemente, de lo que no se debe hacer o de a quien no se debe permitir participar en política) al que, según él mismo, los líderes de la Unión Europea apoyan en privado.
De acuerdo que estamos acostumbrados a las mentiras, embustes y fabulaciones de los necionanistas catalanes, pero esta última supera hasta los niveles de Teresa de Cervera. Resulta complicado aceptar que alguien a quien no recibe ni el último mono en Europa y cuyo apoyo público más notorio es el de la secesionista Liga Norte italiana vaya a recibir apoyos en privado.
Salvo que le apoyen para que se despeñe completamente, claro…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

martes, 15 de septiembre de 2015

Ala-X: El Escuadrón Rebelde

Compré este libro cuando fue publicado en España, hace cosa de quince años. Sin embargo, lo dejé apartado en espera de que publicaran toda la serie en español, cosa que, de momento, no ha ocurrido ni parece que vaya a suceder. Por otra parte, observando la cronología de las novelas ambientadas en el universo de La guerra de las galaxias, puede verse que, aunque la serie Ala-X existe, sus distintas novelas tienen (o parecen tener) entidad propia, ya que –a diferencia de, por ejemplo, La nueva Orden Jedi- no aparecen todas seguidas (la mayoría sí), sino salpicadas aquí y allá. Por ello, cogí este volumen y lo puse el primero en la lista de lecturas… lo que va a hacer que, por primera vez en mucho tiempo, haya leído tres novelas de La guerra de las galaxias seguidas sin que las mismas formen parte de la misma serie.
Lo anterior lo escribí antes de haber leído la novela. Lo que sigue, después. También después de haberme descargado los tres siguientes volúmenes de la serie, que junto a éste forman un arco más o menos cerrado y que harán que haga lo que hasta ahora nunca he hecho, esto es, leer un libro (bueno, tres) no editado como Dios manda. Además de mandar al garete lo de leer seguidas novelas galácticas que no pertenezcan a la misma serie.
La historia tiene como elementos originales, primero, que el protagonista no es un personaje, o incluso un conjunto de ellos (aunque distinguibles), sino que se centra en el escuadrón que da título a la novela, aun cuando lógicamente se da más relieve a alguno de sus miembros (Corran, Wedge) que a los demás; y segundo, que no aparece ninguno de los personajes principales de la trilogía clásica (es decir, Luke, Han, Leia, Chewbacca, C-3PO y R2-D2).
Como pero le pondría el que, en una especie de Tom Clancy galáctico, Stackpole describe casi con demasiado detalle las distintas maniobras que hacen los pilotos, lo que en ocasiones resulta un poco pesado. Pero la obra en general se lee bien, y deja con ganas de más… como he dicho un par de párrafos más arriba.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

Votemos, que algo queda

Hablábamos ayer de las tensiones a las que se ve sometida la alcaldesa de Madrid. Una de ellas, y no la menor precisamente, es la de estar permanentemente rectificando las proclamas de los juveniles y entusiastas miembros de su equipo de (des) gobierno.
Una de ellas tiene que ver con la recurrente disquisición neocom de qué parte de la deuda es legítima o no. Legos como son en Derecho, Economía y, en general, cualquier disciplina académica medianamente seria, es imposible convencerles de que cuando una deuda se ha contraído conforme a todos los requisitos legalmente establecidos, es legítima, y por lo tanto ha de pagarse.
Sin embargo, los neocom madrileños, al igual que los gaditanos, hablaron a finales de Agosto de dejar el futuro de la deuda de la Villa y Corte en manos de votaciones ciudadanas, y de someter los debates ciudadanos a votaciones democráticas que determinarán qué hacemos. Una semana escasa después la descansada alcaldesa tuvo que contradecir (contradizcar, dirían los perroflautas) a su concejal de economía y declarar que iban a pagar la deuda religiosamente. Curiosa expresión para alguien que se declara atea y que encabeza un grupo de furibundos anticatólicos.
En cuando a lo de determinar qué hacen mediante votaciones democráticas, más les vale tener cuidado, no sea que los ciudadanos decidan votar… botarles.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

lunes, 14 de septiembre de 2015

¿Crónica de una muerte anunciada?

Cuando doña Rojelia ascendió a la alcaldía de la Villa y Corte le comenté a mi padre que no las tenía yo todas conmigo acerca de que fuera a terminar la legislatura encaramada a lo más alto del consistorio municipal. Y no porque, a pesar del precio que las tensiones inherentes a semejante cargo pueden provocarle a alguien de su provecta edad, fuera a llevársela la Parca, sino porque podía acabar descabezada hasta por sus propios conmilitones (o, dado que ahora dice que no es ni ha sido nunca comunista, por sus propios compañeros de bancada).
Sin embargo, ahora pienso que lo mismo no llega ni a final de año. Y es que la mayoría que la sustenta es tan exigua –de verdad, estoy esperando que se despiste y diga algo como los madrileños han votado por el cambio para que Esperanza Aguirre, que no tiene pelos en la lengua, le dé un ¡zas, en toda la boca! y le diga que son muchos más los madrileños que no quieren que gobiernen los neocom que los que sí, o que los que no quieren que gobierne el Partido Popular; que han sido los segundos más votados, vamos, no los primeros- que bastaría que un solo concejal cambiara el sentido de su voto –y con los resquemores que anidan en la sección capitalina de la federación socialista madrileña, no sería de extrañar- para que la antigua juez desahuciadora cogiera el Metro de vuelta a su casa, de donde no debió salir (al menos, no en dirección al Palacio de Comunicaciones).
Esperanza Aguirre, que de tonta no tiene un pelo y que tiene un gran instinto político (quién lo hubiera dicho, cuando comenzó de concejal de medio ambiente hace casi un cuarto de siglo) ya ha ofrecido al defenestrado Carmona un pacto para dar la alcaldía a Ciudadanos, sin contar con el PSOE. Prueba de que a ella no le mueve la ambición personal (o, al menos, que está dispuesta a lo que sea para dar esa impresión), ha reiterado que el Partido Popular votará al candidato que goce de mayor consenso.
Candidato que, en el momento actual, y tras tres meses y medio escasos en el puesto (no diremos que ejerciendo de alcalde, porque casi la mitad de ese tiempo se lo ha pasado de vacaciones… lógico, la mujer ya tiene una edad y no está para según qué esfuerzos) no parece ser la antigua abogada laboralista (porque eso sí que lo fue… ¿o no?).

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

domingo, 13 de septiembre de 2015

Temblores en la izquierda

Ya pensé –ahora no recuerdo si llegué a ponerlo por escrito- que el hecho de que la ultraizquierda populista hubiese llegado al poder en Grecia a comienzos de este año podría servir de lección en otros países. No parece haber sido así del todo en España, donde en las elecciones autonómicas y municipales los neocom han obtenido unos resultados muy superiores a los que se merecen (aunque muy inferiores a los que ellos habían pensado, vistas las encuestas).
Enfrentado a la dura realidad, el presidente del gobierno heleno ha tenido que plegarse a las exigencias de los que mandan en el club al que pertenece (pertenecemos), y visto el cisma (y el cisco) que se ha montado en su formación, convocar nuevas elecciones para dentro de una semana (a este paso, Grecia va a parecer Cataluña, y no sólo por el calamitoso estado de su economía).
Esa genuflexión ha provocado un estertor en su equivalente patrio. Así, mientras que la cúpula dirigente (léase, Junior y sus cuatro amiguetes) ha guardado un silencio de cementerio, sus bases tildan a Tsipras poco menos que de traidor y lacayo de los mercados.
Es lo que pasa: azuzas a las hordas contra tus enemigos y antes de que te des cuenta las hordas ya no te hacen ni caso.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

sábado, 12 de septiembre de 2015

Antisistemas antisemitas

Cuando se habla de antisemitismo, judeofobia u holocausto, la gente tiende a pensar automáticamente en la Alemania nazi. Dejando aparte que nazi es el apócope de nacionalsocialista, y que el partido de Hitler fue en su origen un movimiento de izquierdas (como el fascismo, por otra parte), y sin tener en cuenta a los musulmanes, pocas ideologías habrá habido (y hay aún) tan antisemitas como el izquierdismo, tanto más cuanto más extremo sea.
So capa de defensa de los palestinos (cuyos dirigentes, terroristas o criptoterroristas, siempre han negado el derecho de Israel a existir como nación, abogando por borrar –literalmente- a los judíos del mapa), los retroprogres occidentales sueltan por esas boquitas las mayores barbaridades posibles contra Israel y los judíos, acusándoles de holocausto. Y conviene no banalizar ese término, porque el Holocausto (con mayúsculas) fue una cosa muy seria: un proceso sistemático, industrial y despiadado dirigido a eliminar completamente una raza. Mientras que Israel, si bien actúa de forma que podríamos llamar despiadada (no puede permitirse el lujo de tener piedad con quienes les aniquilarían si pudieran), lo suele hacer como reacción a los ataques recibidos, ataques tras los cuales los atacantes corren a refugiarse tras niños que, caso de ser alcanzados, supondrán un magnífico elemento propagandístico entre los biempensantes occidentales acerca de lo malos malísimos que son los judíos. Es cierto, como bien señalaron Lapierre y Collins en su magnífico libro ¡Oh, Jerusalén!, que los primeros estadistas del estado de Israel cometieron previamente actos terroristas, pero eso es historia pasada; y si se le perdonó a Nelson Mandela, ¿por qué no a ellos? Es una pregunta retórica, claro: Mandela era negro y marxista, y los judíos son blancos… y judíos.
El mes pasado se celebró un macrofestival musical de esos en los que los descerebrados se encuentran tanto sobre el escenario como frente al mismo (más en este último caso, en términos porcentuales y en números absolutos). En dicho festival, la organización quiso suprimir la actuación de un tal Matisyahu, un músico israelí, aunque en cambio permitió la de un condenado por violación. Se ve que ser judío es mucho más reprobable que ser violador; por otra parte, todavía estamos esperando algún comunicado de queja de las feminazis sobre el particular.
Lógicamente, los comunistas (paleocom y neocom al alimón) apoyaron el veto al israelí, mientras que el gobierno la reprobó e Israel habló de censura intolerable. Finalmente, el festival rectificó y pidió al artista que actuara, cosa que hizo (aunque, como dijo un amigo mío, lo que debería haber hecho es negarse). La habitual patulea ultraizquierdista habló de presiones políticas al festival.
Se ve que cuando se impide actuar a Daniel Baremboin por ser judío, o al propio Matisyahu, no se trata de presiones políticas. Racistas es, desde luego, un término mucho más adecuado.
Para que conste, servidor es pro israelí, pro hebreo, pro sionista, pro judío y todos los pros políticamente incorrectos en relación con este tema en particular.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

viernes, 11 de septiembre de 2015

Si parece un pato, nada como un pato, y grazna como un pato…

Había empezado poniendo perro, pero luego pensé que algún lector (extraviado, no de los habituales) podía considerarlo demasiado ofensivo (hasta para los estándares de este blog), así que lo sustituí por cordero. Pero luego consulté a san Google y santa Wikipedia, que me identificaron el animal correcto.
A lo que iba. Algunos ya nos dimos cuenta desde los lejanos tiempos en que los delinquidores se dedicaban a ocupar las plazas y espacios públicos so capa de una sedicente libertad de expresión, de reunión o de Dios sabe qué (nunca me preocupé demasiado de atender a sus desvaríos filototalitarios, la verdad) que el movimiento (es curioso que se llamara movimiento a gente que lo que más hacía era estar parada, además de estorbar y ensuciar) que acabaría desembocando en el partido de Junior se trataba únicamente del mismo perro rojo de siempre, sólo que con un disfraz más telegénico. Para ello, sólo había que prestar atención a sus proclamas, a sus apoyos, a sus asesores y a aquellos con los que mantenían una mayor proximidad programática.
Ahora, parece que a algunos se les ha caído la venda de los ojos. Un exmiembro de Podemos ha declarado que la forma de actuar de Pablo Iglesias recuerda a un partido leninista. Es decir, a un partido paleocom. Es decir, a una ideología que ha traído más dolor, miseria y sufrimiento que ninguna otra en la Historia de la humanidad.
Yo me andaría con cuidado, porque después de Lenin ya sabemos quién llegó, y las purgas que emprendió…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

jueves, 10 de septiembre de 2015

Mal está lo que mal parece

La izquierda, tanto la antigua como la nueva, presume de ser más honrada y honesta que la derecha. Sin ir más lejos, el telegénico cabeza de cartel paleocom vino a decir que la izquierda es genéticamente honrada, que no pueden ser otra cosa.
Sin entrar en esa disquisición (baste recordar el caso Juan Guerra, o la afición del alcalde de Marinaleda a llevarse las cosas sin pagar), lo cierto es que la izquierda, todavía más que la derecha, tiene la mala costumbre de hacer lo contrario de lo que predican o, dicho de otra manera, de hacer exactamente aquello que critican a los demás. Si critican el hecho de que algunos utilicen los medios públicos como si fueran privados, luego va Alfonso Guerra y resulta que se coge un Mystére para ahorrarse un atasco y llegar a tiempo a la Maestranza a ver torear a Curro Romero.
Los neocom han hecho bandera (una de tantas) de la defensa de los desfavorecidos por la crisis, de aquellos que se han visto perjudicados por la misma, perdiendo su puesto de trabajo y, consiguientemente, viendo disminuir sus ingresos. Por ello, queda bastante poco estético que la alcaldesa de Madrid haya pasado parte de sus vacaciones (un mes de vacaciones por uno y medio de, seamos generosos, vamos a llamar trabajo… ya me gustaría a mí disfrutar de semejante proporción) en una urbanización que cuesta casi cuatro mil euros a la semana. De nada vale que doña Rojelia diga que compartía alojamiento con otras ocho personas, porque eso pone el gasto por persona y semana en cerca de cuatrocientos cincuenta euros… algo que no muchos de sus teóricos votantes podrían permitirse. Pero sí doña Rojelia porque, a pesar de su promesa, ha seguido cobrando lo mismo que su predecesora en el cargo.
Y a poco de volver de su dorado retiro, volvió a marcharse a Argentina, en teoría en visita privada sufragada por la editorial que publica su último libro (desconozco si es el último o el único)… pero visitando a la botulinizada presidenta del país. A pesar de que, según ella, hay decenas de miles de niños pasando hambre en Madrid.
Pues nada, si como dice ella, doña Rojelia es un poquito de todos, puede quedarse con mi parte, que no la quiero ni aunque me paguen por ella.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Poco casto y mucha casta

Pablo Pablito Pablete y sus muchachos, primero perroflautas y ahora neocom, se presentaron a sí mismos como lo opuesto a la clase política existente en España, lo que ellos llamaban y llaman la casta. Ellos serían, por contraposición, castos y puros (políticamente hablando), e instaurarían en España una verdadera democracia, en la que sería el pueblo, o la ciudadanía, la que decidiera; porque lo que hemos tenido en España desde 1.975 no era, según ellos, una democracia como Dio… perdón, como es debido.
Sin embargo, llegados al poder –afortunadamente, sólo al municipal de momento, aunque vaya municipios que rigen- parecen haberse contaminado de los efluvios pestíferos del ambiente dejado por sus predecesores, y Podemos ha pasado de casto… a casta. Y de la peor.
Porque no es que se dediquen a colocar a dedo a los amiguetes, correligionarios (laicos, naturalmente) y conocidos. Es que además colocan a los parientes, en la mejor tradición de la izmierda patria. Y da lo mismo que los colocados sean funcionarios de carrera, y estén más que cualificados para el puesto para el que son nombrados (como el padre de la portavocas municipal de Madrid, que mejor habría hecho enseñando a su hija a no ir despelotándose por los lugares de culto… católico, claro, que para hacerlo en los musulmanes no hay ovarios). Siempre quedará la sospecha de que si se le nombró fue por ser padre de quien es. Porque en España hemos tenido múltiples ejemplos de personas a las que se ha puesto bajo sospecha por ser parientes, consanguíneos o por afinidad, de alguien: de Prudencio Induráin a Jordi Cruyff, de Angoy a Carlos Sainz Jr.
En la política, en cambio, se ha aplicado un doble rasero: si se es de izquierdas, no hay problema (para la izquierda), y si no que se lo digan a Mienmano o a la jóvena diputada. Si se es de derechas, estás automáticamente descalificado por ser esposa o hermano de quien ha sido presidente del Gobierno, aunque tengas una formación y un currículo por ti mismo: si tu pariente es de derechas, más te vale irte olvidando de promocionar en paz.
En cambio, si eres de izquierdas…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

martes, 8 de septiembre de 2015

Mucho ruido y pocas nueces

Hace unas semanas, Carolina Marín ganó por segunda vez consecutiva el mundial de bádminton. A la hora de entrega de medallas, sonó naturalmente la Marcha Real, aunque en la versión con letra de José María Pemán. Esa que la gente dice que es franquista, por más que nunca fuera letra oficial, y se compusiera diez años antes del comienzo de la Guerra Civil, cuando en el gobierno de España había ministros del PSOE. Es decir, ésta:
¡Viva España!
Alzad la frente,
hijos del pueblo español
que vuelve a resurgir.
Gloria a la Patria
que supo seguir
sobre el azul del mar
el caminar del sol.
¡Triunfa, España!
Los yunques y las ruedas
canten al compás
nuevos himnos de fe.
Juntos con ellos
cantemos en pie
la vida nueva y fuerte
del trabajo y paz.
Dado que, por más que se haya intentado, nuestro himno nacional nunca ha tenido una letra oficial, tan constitucional como esa (dado que la Constitución no dice nada sobre la música del himno, y mucho menos sobre la letra) sería esta otra (siempre me he preguntado cómo la gente podía conocer semejantes intimidades del Caudillo y de su esposa):
Franco, Franco,
Que tiene el culo blanco
Y su mujer
Lo tiene de papel
O incluso esta otra:
Viva España,
El Rey es un canalla
Catapún chimpún
Cabeza de atún
Burro, cazurro,
Orejas de burro,
Catapún chimpún
Catapún chimpún.
O, ya puestos, incluso la letra del Chunda chunda, que consiste en rellenar la música del himno con esa cuatro sílabas repetidas una y otra vez.
A lo que iba. Carolina Marín no le dio más importancia. Pero los periotontos sí, y en los días siguientes no pararon de preguntar a cualquiera que se les cruzara, viniera o no a cuento, fuera o no deportista, qué les parecía el asunto.
Señal evidente de que los más molestos por el incidente habían sido ellos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!


lunes, 7 de septiembre de 2015

¿A que jode?

Cuando leí la noticia de que habían quemado una gran bandera estrellada que colgaba del campanario de una iglesia (catalana, naturalmente, y además con el permiso e incluso las bendiciones del párroco, que vueleve a demostrar que la iglesia católica tiene poco de tal, etimológicamente hablando, en Cataluña), pensé que no estaba nada mal que esa panda de delinquidores intolerantes recibiesen una reacción de su propia medicina.
No sé qué reacciones hayan podido producirse por parte del rebaño secesionista, aunque puedo imaginármelas fácilmente. A buen seguro, dirán que ha sido una acción de extremistas, de gente intolerante con los símbolos de un pueblo que no toleran otra opinión que la propia. Puesto que eso es, en general, lo que los que nos sentimos españoles decimos de ellos cuando queman banderas españolas o fotos del rey, o cuando silban el himno de España, les diré lo mismo que dicen ellos cuando se les afea su conducta.
Es la libertad de expresión, majetes.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!