La segunda parte de la trilogía de Los juegos del hambre mantiene la misma técnica narrativa de la primera (y también se mantendrá en la tercera), es decir, la narración en primera persona y en presente: el personaje principal, Katniss Everdeen, va contando las cosas conforme van ocurriendo. El mayor problema que le veo a esta técnica narrativa es que, al desaparecer la figura del narrador omnisciente, desconocemos las motivaciones reales de los demás personajes, y nuestro conocimiento de los hechos depende del punto de vista, necesariamente subjetivo, de ese personaje principal.
Por lo demás, la trama se va haciendo más elaborada, tanto en el sentido de que las tramas se complican como en el de que los personajes son menos planos y adquieren, por tanto, mayor profundidad psicológica. No nos equivoquemos, no estamos ante una obra maestra de la literatura universal, pero sin duda se trata de un más que digno producto de entretenimiento bastante por encima de la media de la llamada literatura juvenil.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario