Ha
venido siendo tradición (una desgraciada tradición) que en casos de corrupción,
los políticos en España se fueran, generalmente, de rositas. Más aún en el caso
de tratarse de políticos de izquierdas y/o nacionalistas. Ya se sabe, la trama Gürtel es una red de financiación
ilegal, mientras que Filesa, Malesa, Time Export y demás compañías anejas eran
sólo casos aislados.
En
los últimos tiempos ha salido a la superficie la podredumbre que afecta al
partido del régimen en Cataluña. Es
decir, Convergencia Democrática de Cataluña (Unión es apenas un apéndice,
aunque también tiene sus propios problemas en este sentido) y, más
específicamente, el clan Pujol Ferrusola, verdadera famiglia que controla (o pretende controlar) todo en Cataluña.
Ya
ocurrió hace treinta años, con el caso Banca
Catalana, que Jorge Pujol (padre) se envolvió en la cuatribarrada
proclamando que iban contra Cataluña. Ahora, la cosa afecta a toda la familia
(el tiempo, ya se sabe, pasa para todos, y lo que entonces eran tiernos
infantes ahora son crecidos mocetones) y, claro, vuelven a decir todos a coro
que se trata de una conjura contra Cataluña.
Sin
embargo, no es así. Ni es una conjura, ni es contra Cataluña. Se trata, pura y
simplemente, de un caso de corrupción para el que la Audiencia Nacional considera"imprescindible" investigar a la familia Pujol. A ver si perseveran en dicha
consideración.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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