lunes, 7 de enero de 2013

Privatización de la medicina


Por sistema, estoy en contra de cualquier tipo de manifestación. Si la convocan los sindicatos, mucho más. Principalmente, por dos razones: porque no las convocan para defender a los trabajadores, o a los ciudadanos, o a lo que sea que dicen defender, sino por motivos puramente egoístas; y porque suelen ser sectarias, dirigiéndose exclusivamente contra los gobiernos de derechas, y no contra los de izquierdas.
Ambas premisas se cumplen en el caso de las manifestaciones convocadas (dicen ellos) contra la privatización de la Sanidad en Madrid. Dejando aparte el hecho de que lo que se privatiza no es la Sanidad, sino la gestión de la misma (un matiz de importancia), se concitan los dos factores que he mencionado. En cuanto al segundo, no ha habido ninguna manifestación de ese jaez en Andalucía, donde la gestión privada de la Sanidad se lleva aplicando desde hace bastante tiempo. En cuanto al primero, basta con ver la fotocopia que el personal del ambulatorio que hay detrás de casa de mi padre depositó en los buzones del vecindario (el subrayado en rojo es mío):

Sí, ya sé que yo siempre he sostenido que, en una enumeración de razones, la más importante es siempre la última. Evidentemente, esos sindicalistas egoístas no deben haberse enterado… aparte de que redactan fatal. Pasando por alto que sus premisas resultan, cuando menos, cuestionables, es de suponer que lo que quieren decir es que serían despedidos, no que se irían. En cuanto a lo de que habría más pacientes por médico y enfermera, cabe suponer que lo que quieren decir es que se contrataría a menos médicos y enfermeras. Para rematar, lo de los recortes en recetas, radiografías, analíticas, revisiones y derivaciones a otros especialistas hace pensar que los actuales trabajadores del ambulatorio saben que se pagará a la empresa privada por tanto alzado, pues sólo así tiene sentido que se reduzcan los gastos en el sentido que ellos apuntan.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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