Por
sistema, estoy en contra de cualquier tipo de manifestación. Si la convocan los
sindicatos, mucho más. Principalmente, por dos razones: porque no las convocan
para defender a los trabajadores, o a los ciudadanos, o a lo que sea que dicen
defender, sino por motivos puramente egoístas; y porque suelen ser sectarias,
dirigiéndose exclusivamente contra los gobiernos de derechas, y no contra los
de izquierdas.
Ambas
premisas se cumplen en el caso de las manifestaciones convocadas (dicen ellos)
contra la privatización de la Sanidad en Madrid. Dejando aparte el hecho de que
lo que se privatiza no es la Sanidad, sino la gestión de la misma (un matiz de
importancia), se concitan los dos factores que he mencionado. En cuanto al segundo,
no ha habido ninguna manifestación de ese jaez en Andalucía, donde la gestión
privada de la Sanidad se lleva aplicando desde hace bastante tiempo. En cuanto
al primero, basta con ver la fotocopia que el personal del ambulatorio que hay
detrás de casa de mi padre depositó en los buzones del vecindario (el subrayado en rojo es mío):
Sí,
ya sé que yo siempre he sostenido que, en una enumeración de razones, la más
importante es siempre la última. Evidentemente, esos sindicalistas egoístas no
deben haberse enterado… aparte de que redactan fatal. Pasando por alto que sus
premisas resultan, cuando menos, cuestionables, es de suponer que lo que
quieren decir es que serían despedidos, no que se irían. En cuanto a lo de que habría
más pacientes por médico y enfermera, cabe suponer que lo que quieren decir
es que se contrataría a menos médicos y enfermeras. Para rematar, lo de los
recortes en recetas, radiografías,
analíticas, revisiones y derivaciones a otros especialistas hace pensar que
los actuales trabajadores del ambulatorio saben que se pagará a la
empresa privada por tanto alzado, pues sólo así tiene sentido que se reduzcan
los gastos en el sentido que ellos apuntan.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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