La
crisis financiera que ha azotado el mundo (occidental) en el último lustro se
ha visto agravada en España por (en mi opinión) tres circunstancias
fundamentales, por este orden (cronológico; la importancia relativa de cada
factor es difícil de determinar): la politización de las cajas de ahorros, con
consejeros nombrados por los distintos partidos políticos y sindicatos (lo que
de por sí ya es malo), no en función de su valía profesional, sino de su
lealtad ideológica; el que las cajas hayan jugado a ser bancos, cuando no lo
son… y el hecho de que el Banco de España no ejerció como debía su
responsabilidad de supervisor del sistema financiero español, bien mirando hacia otro lado ante los indicios de delito en las cajas, bien instigando
fusiones que no solucionaban el problema, sino que lo agravaban
exponencialmente.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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