Fue
lo que pensé cuando leí que, en la inauguración de una Casa de Andalucía en Palestina (¿qué se les habrá perdido allí a
los andaluces?), el himno de España que sonó por megafonía tenía la letra del insigne poeta (andaluz) José María Pemán.
La
representación andaluza iba encabezada por el vicepresidente de la Junta, el
comunista Valderas. Por lo visto, el disc-jockey
había perdido el fichero con la Marcha Real y se había descargado otro de
internet, con tan mala fortuna (para los comunistas, claro) que dicho himno
tenía la mencionada letra.
Según
el comunista, indicaron a los palestinos que ese no era el himno constitucional. Los comunistas (como toda la izmierda), como de costumbre cuando se
tocan temas de Historia o de Derecho, metieron la pata. Para empezar, no existe
tal cosa como un himno constitucional,
puesto que nuestra vigente carta magna nada dice sobre el tema (como tampoco
habla del escudo, a pesar de que suelen referirse al del águila de San Juan
como anti, pre o inconstitucional);
mucho menos sobre la letra del mismo, puesto que la Marcha Real nunca ha tenido
una letra oficial en toda su historia (y ya pasa de los dos siglos, salvo el
infausto periodo de la Segunda República), ni siquiera en tiempos del
franquismo. Otra cosa es que los retroprogres
asocien la letra de Pemán con el franquismo.
Pues nada, ajo y agua, majetes. Y
a ver si leemos algo que no sean las consignas del partido…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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