Reconozco
que hay que ser un poco friqui para caer en el detalle, pero el caso es que,
mientras leía El señor de los anillos,
una idea vino a mi mente al leer la siguiente frase del primer capítulo del
primer libro de la primera parte, cuando Bilbo abandona Bolsón cerrado tras su
fiesta de cumpleaños:
Era una noche magnifica y se veía el cielo oscuro salpicado de estrellas.
Y
lo que pensé fue que la Tierra Media es nuestra
tierra, sólo que hace mucho tiempo. Más específicamente, los hechos del legendarium de Tolkien transcurren en el Noroeste del Viejo Mundo, como él
mismo señala en el Prólogo de El señor de los anillos. Es decir, en el
hemisferio Norte, con las
constelaciones que pueden verse desde dicho hemisferio, desde Orión hasta la
Osa Mayor (como se señala en la creación de las estrellas por Varda en El Silmarillion).
Bueno,
en realidad todo eso no lo pensé, ya lo tenía asumido. Lo que pensé fue que,
con todo el cuidado que Peter Jackson ha puesto en trasladar a la pantalla la obra
de Tolkien, su Nueva Zelanda de origen era el escenario ideal, por la multitud
de paisajes que ofrece… salvo por un pequeño detalle: que está en el hemisferio
Sur… desde el cual no se ven ninguna de las constelaciones del hemisferio
Norte. No sé, pero me da que no han tenido en cuenta ese detallito en ninguna
de las seis películas de la saga…
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¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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