Se suele decir que todos los políticos son
iguales. Los que tenemos una ideología determinada tendemos a sostener que no
todos son iguales, que los nuestros
son algo mejores (o algo menos malos) que los demás, y encontramos hechos para
justificar la bondad de unos como la maldad de los demás.
Sin embargo, a veces –con demasiada
frecuencia, más bien- ocurren hechos que nos dejan sin argumentos y que nos
desaniman (luego se nos pasa y volvemos al sectarismo habitual). En mi caso, ha
sido leer la noticia de que la proclama de que el PP se sometería a una auditoría externa se ha quedado en nada. Las razones esgrimidas son lo de
menos. Y tampoco dudo de la profesionalidad de los funcionarios del Tribunal de
Cuentas. Pero es un órgano politizado, y ya sabemos qué ocurre con los órganos
politizados
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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