En el fondo, Rhett Butler era un romántico, por más que disfrazara esa debilidad con una capa de cinismo. Esta frase en la que se declara a Scarlett O’Hara está entre mis preferidas de la obra (por encima de mañana será otro día o jamás volveré a pasar hambre, y al mismo nivel de no se me da un ardite).
Realmente, Scarlett, no puedo pasarme toda la vida esperando a cazarla entre dos maridos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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