martes, 17 de marzo de 2009

Hay que joderse con los críticos de los cojones

Ya me ocurrió con Million Dollar Baby, la anterior película dirigida e interpretada por Clint Eastwood. Leyendo un comentario de la película, me topé con que el comentarista destripaba el momento clave de la película, el gozne sobre el que todo pivotaba. Vamos, como decirle a un niño pequeño quiénes son los Reyes Magos (no creo que ningún niño pequeño se extravíe y acabe leyendo mi blog, pero como nunca se sabe, no voy a ser como esos críticos y me lo callaré).
A lo que iba. Que han vuelto a hacérmela. He leído hace poco la crítica de Gran Torino, película en la que Clint Eastwood nuevamente simultanea las labores de director y actor. Y a poco de empezar a leer, me encuentro con que el crítico de marras dice y la película acaba con… (no, no voy a decirlo; entre otras cosas, porque todavía no he visto la película). No creo que sea el mismo crítico, porque la jugarreta me la han hecho en dos diarios distintos, así que debe ser que el destino conspira contra mí cuando me dispongo a ver actuar al señor Eastwood. Pues lo llevas claro, destino. Disfruté Million Dollar Baby (de hecho, en la escenita de marras se me pusieron de corbata, a pesar de saber lo que venía; y cuando la pusieron hace poco en la tele, dejé de verla justo antes de su escena, para no pasarlo mal), y pienso hacer lo mismo con Gran Torino.

Y, aunque no venga a cuento…

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
Añadido el Miércoles 18: El hijoputa de Clint Eastwood ha vuelto a hacerlo. El muy cabronazo ha vuelto a ponerme un nudo en la garganta. Y el que esto escribe se vio La pasión de Cristo comiendo palomitas...

No hay comentarios: