domingo, 7 de abril de 2024

Tiembla, Pedro…

Dicen los ecologistas -sobre todo, los políticos que van de tales, como los del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer- que los vuelos en avión -perdón por la redundancia, no van a ser vuelos en bicicleta- son muy contaminantes, y que deberían ser descartados en favor de otros medios de transporte menos agresivos con el medio ambiente.

Una organización europea de asociaciones ecologistas ha lanzado un ránking -me niego a escribir ranquin- con las empresas que más contaminan del mundo, teniendo en cuenta el volumen de sus vuelos de negocios, a las que reclaman que asuman planes de transición climática -¿hacia qué o hacia dónde?- y piden a los gobiernos que les impongan reducirlos.

Pero, ¿qué ocurre cuando es el gobierno del país uno de los que más vuelos de negocios hace, puesto que para ellos todo absolutamente es un negocio? Sí, me refiero al psicópata de la Moncloa, la calientacamas de Galapagar, la tucán de Fene y demás patulea del consejo de ninistros.

Les veo diciendo, en menos que canta un gallo, que lo del calentamiento global tampoco es que sea tan grave, la verdad.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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