miércoles, 2 de mayo de 2012

El futbol (1): Pasado…

A pesar de las similitudes en las consecuencias (tanto Barcelona como Real Madrid han quedado apeados de la sedicente Champions League a las puertas de la final) y en las causas remotas (un exceso de confianza y de cansancio tras el clásico del fin de semana anterior), hay diferencias en ambas entidades.
El Barcelona ha quedado eliminado porque no tenía un plan B (decir que no hace falta un plan B porque el plan A es perfecto es, además de un ejercicio de soberbia, una estupidez que ha quedado desmentida por los hechos: ni Liga de Campeones ni, probablemente, Liga a secas) y porque todo su juego pivota alrededor de Messi: si éste no carbura, el Barcelona pierde muchos enteros. Y el argentino (probablemente sea el único considerado mejor jugador del mundo –a Di Stefano suelen olvidarle en esas categorías- que se retire sin un título a nivel de selección: hasta el para mí muy sobrevalorado Maradona obtuvo títulos… como jugador, que como entrenador es otro asunto) no carburó.
En cambio, el Real Madrid quedó eliminado porque no supo gestionar la presión. Clasificado con un dos a cero a los veinte minutos de partido, se dejó hacer un gol que igualaba la eliminatoria y luego fue incapaz de hacer otro en todo el resto del partido, prórroga incluida. Error de su entrenador, probablemente, que no supo hacer los cambios oportunos.
También hay diferencias en las reacciones de las máximas figuras de cada equipo. A Messi le han dicho tantas veces que es el mejor jugador del mundo que ha acabado creyéndoselo, pero basta una mínima grieta de duda para que se desmorone, se deprima y se ponga a llorar. Cristiano Ronaldo, en cambio, es más soberbio: no hace falta que le digan que es el mejor jugador del mundo, él está convencido de que lo es; por lo tanto, cualquiera que ponga en duda semejante verdad absoluta (para él) no le hace dudar, sino que le cabrea.
Las reacciones de los entrenadores también son opuestas: Mourinho se queda, Guardiola se va. Que uno y otro, dicen, lo tuvieran decidido desde hace mucho sólo agrava la comparación: el gesto del portugués puede ser interpretado como de gallardía, el del español (que lo es, mal que le pese), como de abandono del barco en el peor de los momentos.
Finalmente, hay otra cosa en la que se diferencian: valga la comparación, los dos clubes son unas putas, pero en el Barcelona van de señoritas melindrosas. Que son una panda de hipócritas, vaya.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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