Que
el Partido Popular ya no es lo que era es algo claro desde hace bastante tiempo.
La pericia en resolver hecatombes provocadas por Pedro Solbes todavía se les
supone, aunque la tesitura es en esta ocasión bastante más complicada que hace
década y media, tanto a nivel nacional como internacional.
Sin
embargo, es en el campo intangible de eso que se llama los valores donde las cosas han ido a peor. Aunque de boquilla
dicen (aproximadamente) lo mismo que hace tres legislaturas, hay dos extremos
que intranquilizan a aquellos que, como yo, pensamos que de los terroristas
sólo es aceptable la rendición incondicional: por una parte, se ha orillado,
cuando no directamente eliminado (políticamente hablando, claro) a quienes,
como Mayor Oreja o María San Gil, más alto y claro hablaban contra los
terroristas; por otra, no es tanto las cosas que dicen, como las que ya no dicen…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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