Nunca me han gustado los críticos de cine que abominan del, llamémoslo, cine palomitero. Para mí, el llamado séptimo arte es, sobre todo, un entretenimiento. Ese concepto del cine como entretenimiento lo tienen bastante claro en Estados Unidos (en general, en cualquier sitio menos en España), así que supongo que por eso me encanta el cine yanqui.
Pero cuando alguien comenta una película, lo menos que puede hacer es informarse un poco, y no decir cosas como hace Francisco Marinero en el Metropoli de ayer a propósito de Los Vengadores:
Al parecer, todos los personajes, los héroes y hasta el malo ya habían aparecido en otras películas y, lo más raro, con los mismos intérpretes -con la excepción de Mark Ruffalo, que se estrena como el Increíble Hulk-, con lo que el espectador profano no entiende bien ni sus respectivos enfrentamientos ni sus bromas.
Evidentemente, el señor Marinero es un espectador profano, ya que, de lo contrario, no empezaría la frase con un al parecer. Por otra parte, esa (aparente) desgana explica que considere una desventaja de la película que
Exige la complicidad del espectador al dar por sentado que conoce a los personajes, sus poderes y sus relaciones.
Evidentemente, Marvel ha hecho esta película (y las que vendrán) pensando en los fans de sus tebeos, que se han visto todas las películas anteriores...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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