jueves, 29 de julio de 2010

Por qué soy del Español

No es que sea demasiado futbolero, pero cuando llega la hora de definirme como "de algún equipo", siempre digo que soy del Real Club Deportivo Español (con eñe, eso sí). La gente que me pregunta supone que seré del Real Madrid. Ante mi Noooooooo, suelen agregar Del Atleti, entonces... Y cuando nuevamente digo que no, y digo cuáles son mis colores, ponen unos ojos como platos. Pero si tú naciste en Madrid, ¿no?, dudan. ¿Tienes familia catalana, entonces? Yo suelo responder No, que yo sepa... Y entonces llega el momento de las explicaciones.
Es de cuando era pequeñito, digo. El nombre lo conocí por un tío mío, extremeño él pero aficionado del Español. Me gustó el nombre, por aquello de 'Español es el equipo de España'. Luego me enteré -en aquella época yo era un furibundo antimadridista, por aquello de que no me parecía bien que el mismo equipo lo ganara siempre todo- de que el Español es el equipo que ha realizado la mayor goleada sufrida por el Real Madrid: un 8-1, allá por el lejano 1.930 (por no nacer, no había nacido ni mi padre...). Y como yo soy animal de costumbres (con hincapié en lo de animal, suelo decir), desde entonces...
Por otra parte, el ser de un equipo modesto tiene sus compensaciones. Quizá no haya grandes alegrías: con mantenernos en Primera nos basta, y es algo que solemos conseguir, aunque parecemos incapaces de hacer una temporada completa buena (o hacemos una primera vuelta magnífica y luego vivimos de las rentas, o es desastrosa y en la segunda vuelta hacemos unos números de fábula que nos saquen del pozo). Si jugamos en Europa es el acabóse, y si lo hacemos bien en la Copa del Rey disfrutamos. A cambio, tampoco hay grandes decepciones, si exceptuamos la final de la UEFA que perdimos en los ochenta (la de hace un par de años contra el Sevilla fue menos trauma, porque era a partido único contra un equipo objetivamente superior): mira que ganar el partido de ida por tres a cero y perder en el partido de vuelta... en la ronda de penalties... Pero ¿a quién se le ocurre dejar a Lauridsen en el banquillo? En fin...
Y si soy anti-algo, es anti Barcelona. Lo soy desde que oí gritar a la afición de la sección de baloncesto Sabonis, hijo de puta. Si fuera a Petrovic, que se hacía antipático para provocar, lo entendería, pero Sabonis era en ese sentido mucho más tranquilo. Luego, con la deriva catalanista de los últimos tiempos, ha sido el remate. Además, el Barcelona es el único equipo del mundo (con la posible excepción de Betis y Sevilla, pero es que eso es odio africano) que vive en función de otro equipo (el Real Madrid, ¿cuál si no?). Siempre he dicho que mi época futbolísticamente más feliz fue cuando el Barcelona jugaba la Copa de Europa, le eliminaban, jugaba la Copa de la Uefa... y le volvían a eliminar. El hecho de que le eliminaran de las competiciones europeas dos veces en la misma temporada no tenía precio... Eso me ha hecho derivar hacia un promadridismo por descarte: es decir, con tal de que el Barcelona no gane, que gane incluso el Real Madrid.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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