sábado, 7 de agosto de 2010

Una ración de su propia medicina

No deja de resultar gracioso que una ley estúpida hecha por los progres sea aplicada en perjuicio de esos mismos progres. Y es que, a veces, una bofetada es el único modo de razonar (por así llamarlo) con un hijo. Yo mismo (y mis hermanos), de pequeño recibí algunas, y no he salido tan mal… (bueno, algunos dirían que eso es opinable…).

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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