miércoles, 25 de febrero de 2015

La desventura de la libertad

Prácticamente un mes –eso sí, el más corto del año- me ha llevado leerme las mil páginas (más notas) de esta nueva obra de Pedro José Ramírez. Como en el caso de la anterior, el autor toma un plazo breve de tiempo (apenas cinco meses y medio, si no contamos lo narrado en el epílogo) y narra lo sucedido en el mismo día a día, casi minuto a minuto, acudiendo a una miríada de fuentes y con ocasionales regresiones temporales que ayudan a contextualizar los sucesos narrados. El estilo es ágil y el libro se lee con fluidez, a pesar de saber, en líneas generales, cómo acabó la cosa.
Una conclusión que se saca es que Fernando VII era, para decirlo en román paladino, un cabrón con pintas. ¿Es que no lo sabías ya?, me dijo mi padre cuando se lo comenté. Pues sí que tenía esa idea; pero una cosa es lo que uno aprendió en el colegio, cuando el reinado de Tigrekán apenas ocupaba un par de páginas del libro de Historia de España, y otra muy distinta es tener, página tras página, muestra de las constante felonías del individuo. Claro que se puede conceder, como señala en una cita el autor, que (al modo de Jessica Rabbit) no es que fuera malo, sino que habría de haber tenido una altura moral excepcional para comportarse de un modo distinto a aquél que le marcaban su educación y sus circunstancias vitales.
En resumen, un libro muy recomendable para todos aquellos que amen la Historia y quieran profundizar en ella. Al menos en este caso, Ramírez deja algo más aparcada la moralina que rezumaba El primer naufragio.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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