Si algo caracteriza al pensamiento nacionalista catalán (también al vasco,
pero este tiene un matiz racista que en Cataluña resulta más difuso) es que
siempre traen a colación el hecho
diferencial. La última fue cuando, enfrentados a la realidad, su portavoz
aragonés en Madrid admitió la posibilidad de que las comunidades autónomas
devolvieran competencias al estado… para matizar acto seguido que menos Cataluña, claro.
Pero ahora, en un ejercicio de esquizofrenia, parece que Arturito Menos y sus necionanistas están dispuestos a
renunciar a uno de esos hechos que les diferencian del resto de los españoles
o, por mejor decir, a compartirlo con el resto del país. En efecto, acaban de
reclamar que los peajes de las autopistas (rasgo éste predominantemente
catalán) se extiendan al resto de España.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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