El PSOE ha criticado el anuncio de Gallardón, que modificará los supuestos
en torno al aborto por anomalías en el feto. Eso es lícito y, aunque no lo
fuera, sí admisible dentro de una contienda política. Lo que resulta gracioso,
por no decir patético, es la argumentación utilizada por Fostiatus para realizar esa crítica. Acusa nada menos que de integrismo radical y religioso al
Partido Popular por promover esa reforma. Y eso lo dice el dirigente de un
partido al cual pertenece la indocta que dijo que un feto de trece semanas es un ser vivo, pero no un ser humano. Si
eso no es integrismo, que venga Dios y lo vea.
Vaya por Dios, ya me he vuelto a poner religioso. A ver si voy a ser un
integrista, yo también…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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