martes, 21 de agosto de 2012

Los musicales


Una pequeña reflexión personal, muy alejada de la temática política que suelo abordar en este blog. La semana pasada (o quizá fuera la anterior), escuchando Los miserables (el musical, claro) me dio por pensar que los musicales (los de verdad, no los constructos edificados sobre canciones como Mamma mia! o, en el ámbito patrio, Hoy no me puedo levantar, por citar dos ejemplos) vienen a ser las óperas de nuestra época. En el fondo, no son sino obras teatrales cantadas, con sus coros, sus solos (lo que supongo que equivaldría a las arias de las óperas tradicionales) y sus dúos.

Algo después hablé con un tío mío (tío segundo, para más señas), melómano y que entiende del tema muchísimo más que yo (lo cual tampoco es tan complicado, la verdad), y le comenté esta impresión mía. Y estuvo de acuerdo, señalando que las élites culturales (no empleó esta expresión, pero la idea era esa) están empeñadas en que las óperas sean unas cosas complicadísimas y abstrusas (tampoco empleó esta palabra en concreto, pero la idea volvía a ser esa). Y dodecafónicas, probablemente, añadí yo, que no sé lo que es pero suena fatal. Y estuvo de acuerdo. Y luego pasamos a hablar de cine. De películas musicales, en concreto.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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