Siempre me ha parecido una muestra de grosería intolerable el hecho de que
los líderes de la izmierda extrema
(es decir, sindicalistas y comunistas), so capa de un progresismo mal
entendido, no usen corbata ni siquiera cuando lo exigen las normas de la
cortesía más elemental. Pero lo que fue el colmo fue el comprobar que en el
acto de toma de posesión de los nuevos consejeros del Tribunal de Cuentas, el
lo-que-sea de Izquierda Unida, Cayo Lara, no es que no llevara corbata, cosa
que como he dicho es esperable… ¡es que llevaba la camisa, sahariana o lo que
fuera, por fuera de los pantalones!
Y cuando le vi de semejante guisa todavía no sabía que había dado una nueva
muestra de miseria moral y sectarismo ideológico. Preguntado por su opinión
acerca del fallecimiento de Osvaldo Payá, significado miembro de la disidencia
cubana (claro que, en una dictadura marxista, todo el que no siga a pie
juntillas las consignas del Partido es un disidente), en un accidente de circulación
(del que hay serias dudas que fuera un accidente), se limitó a decir que era un fallecido más de los que se matan en las carreteras. Y él un sectario más de los que florecen en la izquierda, no te
j…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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