Nunca he dudado de la brillantez intelectual del anterior alcalde de Madrid
y actual ministro de Justicia. Si acaso, lo que me ha molestado siempre es que,
proclamándose de derechas (o de centro
reformista, como le gusta blasonarse al Partido Popular), mostrara
demasiadas simpatías y condescendencia con los postulados ideológicos de la
izquierda y de su (hasta no hace demasiado tiempo) significado medio de
comunicación afín, el grupo PRISA. No resulta por lo tanto extraño que fuera el
político de derechas con el que más a gusto se sentía la izquierda y al que más
postulaban como el líder de una derecha como Dios (es decir, PRISA) manda.
Como he dicho, Gallardón será muchas cosas, pero tonto no. Por ello, no es
mala línea de argumentación el señalar que el aborto por malformaciones en el
feto es (además de un asesinato, aunque esto no lo haya dicho el notario mayor
del Reino) una forma de discriminación y una merma de los derechos del nasciturus. Aunque no es que piense que esta línea de razonamiento vaya a
servir para algo: en primer lugar, ello supondría atribuir a la izmierda la capacidad de raciocinio, en
segundo lugar, es bien sabido que un socialista es alguien capaz de afirmar una
cosa y la contraria, sosteniendo que ambas son ciertas y progresistas.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario