Que Magdalena Álvarez era una inútil (o la
prueba viviente de que el Principio de Peter es más falso que un duro de
madera) lo sabía hasta Manuel Chaves, que en cuanto pudo se deshizo de ella
mediante el recurso de la patada para arriba y la colocó de miembra del primer Gobierno de zETAp.
Famosa por pensar más deprisa de lo que habla, según propia confesión, y por el
antes rota que doblá, acabada su
nefasta gestión a nivel español una nueva patada la catapultó a la
vicepresidencia del Banco Europeo de Inversiones. Los pobres inversores
europeos no sabían lo que se les venía encima…
Pero ¡ay!, el pasado siempre nos alcanza, y Maleni fue llamada a declarar por el
asunto de los EREs falsos. Y haciendo gala de una jeta sólo comparable a la
amnesia alegada, dijo que Se me pueden olvidar 12.000 millones, he manejado mucho más. Como diría un conocido mío,
eso no sería óbice ni cortapisa en el caso de una persona mínimamente
organizada. Pero claro, hablamos de Maleni…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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