La justificación esgrimida por uno de los imputados por los actos del 25 de Septiembre para negarse a entrar en la Audiencia Nacional es, cuando menos, original. En efecto, el sujeto ha afirmado que No reconozco lo que se me imputa. Siguiendo esta línea de razonamiento, prácticamente todos los delincuentes que en el mundo han sido, desde Al Capone hasta los jerarcas nazis juzgados en Nuremberg, se habrían librado de acabar entre rejas (o de irse al otro barrio). En efecto, sólo aquellos que fueran lo bastante estúpidos para reconocer las imputaciones que se les hicieran acabarían siendo juzgados y condenados.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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