El Gobierno del PP lo está haciendo mal o, al
menos, no lo está haciendo lo suficientemente bien. Entre aquellos a los que
les quita y aquellos otros a los que no les quita lo suficiente (lo que,
lógicamente, cabrea a los primeros), ha generado una sensación de malestar
entre los españoles que, si bien no es generalizada (los dos partidos políticos
mayoritarios se caracterizan por tener un suelo
electoral bastante alto, a pesar de lo mal que puedan hacerlo o lo bien que lo
haga el contrario), explica bastante bien el desgaste que ha sufrido la
expectativa de voto del Partido Popular en el año raspado que lleva gobernando.
Lo que quizá parece más extraño es que el
PSOE, a pesar de lo mal que lo hace el PP (según el PSOE, claro), no levanta cabeza. Es decir, dado que según las encuestas el PP perdería medio centenar de
diputados, y que el número conjunto (PP-PSOE) de diputados se ha mantenido más
o menos constante a lo largo de las elecciones, cabría esperar que el PSOE
subiera en parecida medida.
Pero no, el PSOE no baja, pero sube bastante
menos de lo que baja el PP. Es decir, que o bien la gente recuerda lo mal que
lo hicieron cuando gobernaron (bueno, el sindicato de la Zeja padece un grave
caso de amnesia selectiva), o bien lo están haciendo rematadamente mal como
oposición (lo que también es verdad, porque es que no hay por dónde cogerlos:
no pueden criticar nada sin que se les diga habló
de putas la Tacones).
¿Y dónde se van esos votos? Pues a derecha e
izquierda del PSOE. Es decir, a Izquierda exHundida y a UPyD. Que no estarían
mal estos últimos como alternativa de gobierno si su líder no viniera de donde
viene (del socialismo vasco, el peor de España tras el catalán y el andaluz) y
no fuera tan condenadamente demagógica (claro, que viniendo de donde viene… Por el cambio, OTAN de entrada no y soflamas similares).
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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