La libertad de expresión es uno de los bienes más preciados de la democracia. Bien que lo saben, entre otros, terroristas y necionanistas, que se aprovechan de ella para denigrar al sistema que les permite actuar como lo hacen.
Quienes más defienden dicha libertad suelen ser, paradójicamente (o quizá no tanto) quienes peor la usan. Porque no suelen usarla para defender sus posturas sino, al contrario, para atacar las de los demás. Y con bastantes malos modos, por lo general.
El último ejemplo ha sido el del pijiprogre (y aquí el apelativo está perfectamente aplicado, teniendo en cuenta el barrio de Madrid del que proviene) Guillermo Toledo, sedicente actor, filocastrista y filoetarra, revoltoso e indignante. Refiriéndose al Rey ha dicho que con lo hinchado que está y lo que pimpla, espero que el Rey dure bien poco.
Desde luego, el tono chabacano y maleducado retrata perfectamente al personaje.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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