Que Toni Cantó no está en eso de la política para
hacerse una carrera en ella lo demuestra el hecho de que suele decir lo que
piensa sin concesiones al pensamiento políticamente correcto y, en general, con
un tono mucho menos demagógico que la líder de su formación.
Como consecuencia, el actor y diputado se encuentra
en el punto de mira de casi todas las agrupaciones progresoides de España. Y mientras que Colau y sus compinches se
dedican a intentar intimidar físicamente a los políticos, Cantó sufre otro tipo
de acoso, más virtual pero no por
ello menos delictivo. Sin embargo, me parece que han tocado en hueso…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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