lunes, 22 de abril de 2013

Democracia callejera


La izmierda en general, y la callejera en particular, usa una doble vara de medir según similares comportamientos provengan de sus propias filas o de las de enfrente. Si son ellos los que chillan, aúlla, intimidan o acosan, se trata de libertad de expresión y de justa indignación; pero si se les responde, se es un chulo o, directamente, un hijo de puta.
Viene esto a cuento de los tuits escritos por Sigfrido Soria, exdiputado del Partido Popular del que hasta ahora no tenía noticias de su existencia pero que me va a resultar de lo más simpático. En efecto, este canario ha señalado que si algún perroflauta le agrediese, la ostia que se lleva ni se la va a creer; que si algún perroflauta agrediera a alguna de sus hijas le arranco la cabeza. Y como, por lo visto, tiene nociones de Historia (algo que sus detrractores probablemente no sepan ni cómo se escribe), indicó que los nazis pintaban la Estrella de David en las fachadas de las puertas de los judíos, los perroflautas usan pegatinas.
Eso sí, decir como dice algún periódico que Los comentarios de Sigfrid Soria han sacado a relucir el lado menos pacífico, por decirlo de algún modo, de determinados miembros o simpatizantes de la plataforma liderada por Ada Colau es quedarse bastante corto: desde decir que Mañana todos a tu casa a tirarte huevos y en una semana te quedas sin web (este sujeto no debe saber que tirar Twitter –nada menos- va a ser algo bastante complicado… por muchos huevos que le echen) hasta apostar por una buena manta de palos para dejarlo aclarao, por chulos (aunque sin precisar si los chulos eran ellos o Sigfrido, por emular a su homónimo y enfrentarse al dragón escracheador).
Luego están los que llaman hijo de puta al político por comparar a los manifestantes con los nazis. Debe ser que si la izmierda llama fascista a alguien es admisible, mientras que si se establece una comparación entre los manifestantes y los nazis (tampoco tendría que haberse alejado tanto, ni crnológica ni ideológicamente: en la Cuba castrista se sigue una política parecida con los disidentes), no.
Naturalmente, Sigfrido ha sido expedientado por su partido. Todo, menos salirse de la corrección política...
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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