La Iglesia católica en Vascongadas y
Cataluña no ha sido, en general, etimológicamente fiel a su nombre. Católico significa universal, y en las regiones citadas la parte más llamativa del
clero se ha alineado casi sin excepción con las tesis nacionalistas, cuando no
abiertamente terroristas. En Cataluña defienden la validez del derecho a decidir y de la
autodeterminación, mientras que en Vascongadas suelen comprender, incluso disculpar, los actos de terrorismo. No están
tan lejos los días en los que el obispo Setién preguntaba que dónde estaba
escrito que había que querer por igual a todos los hijos.
Ahora ha sido otro prelado emérito,
Juan María Uriarte, el que, con ocasión del fallo del Tribunal de Estrasburgo
(me niego a llamarlo por su nombre completo) ha arremetido contra las víctimas del terrorismo etarra y la extrema derecha del PP. Se ve que su ilustrísima está más cómodo con la extrema
izquierda asesina y miserable…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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