miércoles, 17 de febrero de 2010

Testa coronada

Soy monárquico por convicción. Ni juancarlista, ni borbónico, sino monárquico. Suelo decir que soy monárquico, no gracias a la Corona, sino a pesar de ella.
Viene esto a cuento de las recientes palabras de Su Majestad haciendo referencia a la necesidad de un pacto entre todos para poder salir del abismo en que estamos metidos. No voy a entrar en quién considero que tiene la culpa de que estemos de mierda hasta la coronilla. Pero es que el Rey ha guardado un estruendoso silencio en otros asuntos de similar gravedad (quiebra de la legalidad, como cuando RuGALcaba habló en la jornada de reflexión; quiebra de la Constitución, con el Estatuto de Cataluña; quiebra de la convivencia, con el ataque a sedes del Partido Popular). Podría decirse que esos asuntos sólo afectaban a parte de la Nación, mientras que la crisis nos afecta a todos. Pero es que el Rey dijo de Rodríguez que es un buen hombre que sabe muy bien lo que quiere. Y cuando la negociación con ETA, dijo aquello de hablando se entiende la gente. Pues nada, que el buen hombre hable y nos saque del atolladero... si es que sabe, cosa que dudo.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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