viernes, 26 de febrero de 2010

Tristeza

El aborto es un crimen abyecto y deleznable. No ya sólo porque supone eliminar la vida de un inocente por motivos puramente egoístas (salvo en aquellos excepcionales casos en que sí estaría justificado), sino porque dicho inocente es, además, un ser completamente indefenso.
Así pues, quienes apoyan el aborto libre se convierten en cómplices de semejante monstruosidad. En cuanto a aquéllos que apoyan el aborto (a los cuales, a veces, me entran ganas de que les practiquen un aborto...retroactivo) como medio de evitar embarazos no deseados, les digo lo siguiente: ¡¡¡PUES NO FOLLÉIS, COÑO!!!
Pero claro, eso requeriría un esfuerzo, un sacrificio...

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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