domingo, 13 de noviembre de 2011

Al final, la verdad resplandece

Para cualquiera que no tuviese puestas unas anteojeras ideológicas resultaba meridianamente claro que las movilizaciones de los profesores tenían, además de un matiz profesional, un indudable e importante componente político. De otro modo, no cabía explicar que dichas movilizaciones se produjeran en Madrid y contra Esperanza Aguirre, mientras que en otras comunidades autónomas en las que no gobierna el Partido Popular (cada vez menos) y en las que la situación es, cuando menos, tan mala como en Madrid (si no peor) los sindicatos callaban como p… tumbas. Finalmente, han sido los propios sindicatos los que han declarado que las huelgas en la educación tienen una intencionalidad política.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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