viernes, 25 de mayo de 2012

Descorazonador


Parece que el carácter de maricomplejines de que adolece la derecha española (entiéndase: los políticos de derechas; los ciudadanos de derechas, o al menos el que esto escribe, se avergonzarán de muchas cosas, pero nunca de ser de derechas) desde la muerte de Franco –sólo brevemente interrumpido durante el Aznarato, y no del todo (recordemos lo de centro reformista)-, es difícil de abandonar.
Aunque han emprendido el camino de las reformas, imprescindibles si se quiere evitar que la nación española pase de ser algo discutido y discutible a simplemente no ser nada, no lo hacen a la velocidad que sería deseable y razonable (puesto que gozan de mayoría absoluta y las próximas elecciones generales están a tres años y medio de distancia). Y aunque es evidente que una de las razones por la que España se encuentra en la calamitosa situación económica en la que se haya es el redivivo conjunto de taifas que constituye el sedicente Estado de las Autonomías (algunas abiertamente sediciosas), todavía viene el ministro Montoro y dice que el Estado de las autonomías no es despilfarrador.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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