Una regla básica de cualquier estrategia es el divide y vencerás. Cuanto más dividido esté tu enemigo, más fácil te será vencerlo. Es incluso mejor si te resulta posible azuzar las rencillas internas que pudieran existir, al objeto de que tu enemigo se destruya él solo peleando contra sí mismo.
Esta ha sido tradicionalmente la táctica que ha seguido el PSOE, buscando aprovechar cualquier pequeña grieta que pudiera advertir en el Partido Popular. Ésta debería ser también la táctica del Partido Popular, aunque, maricomplejines como es (y con algo más de principios, aunque no mucho ni muchos más) no lo haga. Sin embargo, al PSOE no hace falta dividirlo: privado de la argamasa que es el poder, parecen estar deshaciéndose ellos solitos.
Sólo así se explica que Indocta Valenciano acuse a Fostiatus de irse a la cuevita de la izquierda a curarse las heridas… lo que no deja de tener gracia, en un partido que bajo la égida de zETAp se ha radicalizado como no lo hacía desde hace tres cuartos de siglo. Fostiatus, en un alarde de valentía y coraje, ha dicho que espera que nadie en el PSOE considere a la izquierda una cuevita. Claro que no, Tomasín. Una caverna, y de lo más tenebroso y lóbrego, eso es lo que es la izquierda.
Y mientras, Izmierda Hundida sale a flote y se coloca a diez puntos del PSOE… ¡Ah, no, que es el PSOE el que se está hundiendo…!
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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