domingo, 8 de julio de 2012

Se empieza por no creer en Dios…

…y se acaba creyendo cualquier cosa, que decía Chesterton. En una reedición light del debate entre Ratzinger y Habermas (pero que muy light, sobre todo por el lado laico-ateo, y eso que desconozco el nivel del filósofo Jürgen Habermas, aunque bueno tiene que ser para estar a la altura del actual papa), el cardenal Cañizares y el bobo solemne debatieron sobre el humanismo en el siglo XXI.
Recibido como se merecía (el que los pitos fueran una muestra de mala educación no empece para que zETAp merezca eso… y mucho más), el consejero de Estado se movió en la vacuidad intelectual que le caracteriza. Y, para no perder la costumbre, deslizó una de sus perlas; perlas que, a poco que se analicen, bastan para demostrar que este hombre no es que crea en cualquier cosa, es que no cree absolutamente en nada.
Lo que dijo el miserable es que se ha tenido una fe excesiva en los bancos. Empezando por él, habría que decirle, puesto que sostenía no hace tanto que el sistema bancario español era el más sólido del mundo…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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