domingo, 17 de diciembre de 2023

Proceso al proceso (549)

Antes de ser un juez estrellado, el condenado por prevaricación era lo que se llama un juez estrella; probablemente (al menos que yo recuerde) el primero sin que hubiera razón objetiva (méritos propios, quiero decir) para ello.

Expulsado de la carrera judicial por (de) méritos propios, se ha dedicado desde entonces a revolver todo lo posible, buscando siempre satisfacer sus filias (los populismos liberticidas) y fobias (la democracia liberal) particulares, en lugar de servir a la Justicia y al Estado de Derecho.

Por ello, no es nada sorprendente que se sepa que colabora desde el llamado grupo de Puebla (que, parafraseando al gorila rojo, podríamos llamar Internacional del siglo XXI) en la acusación a los jueces españoles por lawfare.

Aunque hay que reconocer que, de utilizar la justicia con fines políticos, poca gente sabe más que este orondo sujeto de pelo canoso y voz atiplada.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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