miércoles, 3 de julio de 2024

Orwell otra vez

Aunque algunos -malintencionados o ignorantes- pretendan equiparar los casos de Begoña Gómez y del novio de Isabel Díaz-Ayuso, no son, en mi opinión, ni remotamente comparables.

En primer lugar, por los presupuestos de partida: el novio de la presidente madrileña hizo sus presuntos chanchullos antes de conocerla y completamente al margen de esa relación, mientras que la esposa del psicópata de la Moncloa los hizo, no sólo después de que su marido llegara a la poltrona presidencial, sino precisamente porque detentaba el puesto (que si no, de qué).

Y, en segundo lugar, por la actitud que están teniendo los servicios jurídicos públicos: tanto la abogacía del Estado como el fiscal particular del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer se están volcando a favor de la hija del recientemente finado propietario de una cadena de saunas homosexuales, mientras que se dedican a dinamitar un acuerdo con el novio de Díaz-Ayuso que eliminaría el delito de falsedad.

Igualdad a tope, pero para según quiénes.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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