No
he encontrado el enlace a la noticia. Si lo hubiera hecho, lo pondría, porque
la cosa no tiene desperdicio. En su afán por internacionalizar lo que él llama conflicto, el sedicioso presidente de la Generalidad de Cataluña,
el inefable (es que no hay palabras para describirle) Arturito Menos, emprendió un viaje a Rusia. Tenía el afán de
entrevistarse con personalidades importantes de allí; pero, lógicamente, no le
hizo caso ni el tato. Los nacionalistas catalanes, por emplear la expresión de
un amigo mío, son el perfecto ejemplo de aquellos que se creen mierda y no
llegan a pedo. Puede que se crean la flor y nata de la humanidad (con permiso
de los vascos en general y los bilbaínos en particular, claro), pero la verdad
es que no valen una mierda. Fuera de España son menos que nada, y nadie les
atiende.
Y,
además, es que son tontos de capirote. De todos los países del mundo no se les
ocurre para empezar la internacionalización
más que Rusia: un país que, como todo el mundo sabe, tiene en la más alta
estima los separatismos y los trata con la mayor consideración. Vamos, que sólo
podrían haber tenido una idea peor, y es irse a China. Porque Rusia,
formalmente, es una democracia, pero es que los comunistas chinos se andan
todavía con menos chiquitas que los rusos…
Sería
para partirse de risa de no ser porque, a pesar del cacareado (por los gallitos
nacionalistas, claro) expolio al que España somete a Cataluña, acabaremos
siendo los españoles los que paguemos los gastos de este viaje…
Lo
peor de todo es que Arturito no aprende: después de Rusia, ha visitado
Bruselas… y nadie le ha hecho ni caso, claro.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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