Lejos de los heroicos tiempos de Gregorio
Ordóñez, Javier Mayor Oreja, Miguel Ángel Blanco y María San Gil, el Partido
Popular en Vascongadas se ha dedicado, en épocas recientes, a mantener un
perfil bajo, colaborando con los colaboradores con los terroristas (alambicada
manera mía de referirme al partido del maltratador de mujeres y de Pachi Nadie) e incluso llegando a decir que
hay que contar con el P-ETA.
Por ello, la noticia de que Antonio Basagoiti
abandonaba la presidencia del Partido Popular en esa región española abría una
rendija de esperanza a que llegara alguien más dispuesto a llamar al pan, pan;
al vino, vino; y a los terroristas, asesinos. Especialmente desde que Santiago Abascal anunció que podría presentarse como candidato para el puesto.
Pero ¡ay!, poco duró la alegría. De un modo
completamente digital, y después de que Mª Dolores de Cospedal descartara la posibilidad de un congreso abierto, Arancha Quiroga fue nombrada nueva presidenta. Una de las primeras cosas que dijo fue Tenemos otras cosas en la cabeza que un congreso.
Quizá mi primer párrafo resulte algo duro.
Pero es la verdad. ¿La prueba? Que el P-ETA haya alabado el giro al centro democrático del Partido Popular vasco con Basagoiti.
¿Qué sabrán ellos de centrismo… o de democracia?
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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