Nadie protesta por los homenajes a las Brigadas Internacionales (tienen hasta un monumento en su honor en la Universidad Complutense, inaugurado por el hijo del genocida de Paracuellos), aunque en el mejor de los casos fueran una panda de idealistas despistados y en el peor colaboradores de uno de los peores asesinos en masa de la Historia.
Ahora bien, se hace un homenaje en Cataluña a la División Azul al que asistió la delegada del Gobierno y se arma la de San Quintín. ¿Por qué? A diferencia de las citadas Brigadas, que luchaban por el comunismo internacional, los divisionarios no luchaban por el nacionalsocialismo alemán. Luchaban contra el comunismo, una ideología tan perversa y asesina, al menos, como el nacionalsocialismo. Y de eso sabían los españoles, ya que esa ideología había estado a punto de arrojar a España al sumidero de la Historia… junto con aquellos que más han protestado por el citado homenaje.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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