No me refiero a las normas de urbanidad y
cortesía, sino a la instrucción intelectual. De treinta años para acá, todas
las leyes sobre la materia han sido aprobadas por gobiernos socialistas. Para
una que elaboró el Partido Popular siendo ministra Esperanza Aguirre, los
rectores de las universidades se negaron a aplicarla (naturalmente, se fueron
de rositas). Los resultados están a la vista: las aulas españolas son las que
concentran una mayor densidad de burros por metro cuadrado de toda Europa… y
parte del extranjero.
Recientemente, el Partido Popular ha
realizado un nuevo intento de aprobar una ley de educación. Dado que planteaba
unos objetivos racionales (materias comunes en toda España, posibilidad de
estudiar en español en toda España, y así), en Europa la encontraron razonable…
y necionanistas, sindicatos,
socialcomunistas y demás patulea del progretariado
se opuso a ella desde el principio, declarando la guerra al Gobierno por este
tema.
Eso sí, lo hicieron con manifiestos como el tuit de las Juventudes Socialistas de Zamora. Demostrando, por la vía de los hechos, lo necesaria que es una ley de
educación como Dios manda.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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