El fundador del Grupo Planeta, aunque
afincado en Cataluña, era sevillano y se sentía español por los cuatro
costados. Su hijo parece más interesado en el dinero que en los principios, ya
que ha dicho que si Cataluña se independiza, trasladará la sede del Grupo a
Madrid… lo que no deja de resultar curioso, puesto que sus periódicos
secundaron el infausto editorial único en defensa del estatuto sedicioso de
Cataluña.
Ahora, tras la compra de La Secta, ha dicho que quiere que sea una cadena respetuosa con la derecha. Teniendo en cuenta sus orígenes
empresariales y políticos, la única manera de conseguirlo sería echar a todo el
mundo (pero a todos, del primero al último) y empezar de cero. Y fijarse un
poco más en el ejemplo paterno, también…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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