Que en España hace falta un partido de
ámbito nacional y cierto tinte progresista, dado que el PSOE abandonó esa
posición cuando el de las cejas circunflejas tomó el mando (y no parece que su
marcha haya supuesto una rectificación, sino todo lo contrario), es algo
indudable. Unión, Progreso y Democracia parece llamado a ocupar ese lugar, o al
menos a intentarlo.
Sin embargo, el mayor activo del
partido (para algunos) es al mismo tiempo su mayor pasivo (para mí). Me refiero
a su líder y figura más visible, Rosa Díez. No sólo por su pasado socialista
(todo el mundo tiene derecho a rectificar) y de colaboración con en PNV (todo
el mundo tiene derecho a equivocarse), sino por el tono bastante demagógico que
impregna la mayoría de sus declaraciones. Últimamente ha señalado que parece como si alguien quisiera correr un velo y habla de un hipotético pacto entre los principales partidos.
Menos vaguedades, menos pareces y menos hipótesis, Rosita. Si tienes pruebas, muéstralas, y si no, cállate.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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