Cuando un Gobierno lo hace mal –o, al
menos, cuando no hace lo que se supone que debería hacer- suele decirse que el
pueblo no se merece ese gobierno. Sin embargo, eso no es así. En general, los
pueblos tienen los gobiernos que se merecen, al menos en los regímenes
democráticos. Al fin y al cabo, esos gobiernos –o las mayorías parlamentarias
que los sustentan- han sido votados por la mayoría de los gobernados. Hay excepciones,
claro, como en el caso del pentapartido
balear, en el que la opción más votada –el Partido Popular- fue precisamente la
que quedó fuera del gobierno; pero bueno, los baleares prefirieron votar a
minorías cleptócratas como Unión Mallorquina en lugar de hacerlo a partidos con
verdaderas opciones de gobierno…
En las últimas elecciones andaluzas,
el Partido Socialista dejó de ser, después de tres décadas, la formación más
votada. Sólo el apoyo parlamentario de los comunistas les permitió retener el
gobierno de la Junta. Y ahora, cuando uno lee que el PSOE ganaría las elecciones en Andalucía con siete puntos de ventaja sobre el PP, a pesar de la
calamitosa situación (por no hablar de la podredumbre de corrupción en la que están enfangados) en que más de treinta años de socialismo han colocado a
Andalucía, uno no puede por menos que pensar que los andaluces tienen, exactamente,
el gobierno que se merecen. Ni más, ni menos.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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